¿Son acaso tus recuerdos tan nocivos?
Me hiciste creer tus mentiras ahora soy una dama de hielo.
Ya no hay esperanza en mi alma..ni fuego en mi almohada..
Creí que amar era arder pero te escurriste como humo entre mis manos.
El tiempo nocturno fluye inexorable es tiempo que no volverá.
Son mi recuerdos mi tesoros más preciado y ya he depurado tu nombre de ahí.
Nada hay que me hiera pues no existe fuego para mi.
La noche será eterna y fría dejara de ser una ola polar será perpetuo en mi.
Eras mi redención y me has fallado.
Me empleaste para satisfacer tus caprichos.
Ese fue tu vil propósito.
El invierno va a ser eterno.
Tu lo haz desatado,has cubierto todo de nieve.
Y yo estoy debajo.
Hasta el abismo de mi ser.
Pero este frío me enseño a arder y tu arderás aunque sea de envidia.
Cuantas mentiras has querido sembrar en mi mente.
Cuanto dolor en mi alma.
Niégalo.
No puedes.
Si nada puedes ya.
Me hiciste creer que amarte era mi propósito único y sacrosanto ,que mi lugar era entre tus brazos donde creí alcanzar el cielo ,que tu pecho mi seguridad ,que el mundo ardía y lo helaste.
¡Ve y recorre la tierra que has ayudado a helar!.
Carta de una mujer muerta asfixiada por una falla de calefacción.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario