Mira al horizonte y no piensa en nada más que en sí misma y se siente muy bien con eso.
No piensa en nada más porque no quiere pensar.
De pronto en medio de ese inmenso silencio un ruido estridente irrumpe el balanceo de la silla de mimbre,el teléfono.
Ella suspira y a desdén se para, estira su cuerpo como para quitarse la pereza y se acerca al artefacto que la ha sacado de ese estado para atender la llamada.
Al poner el auricular sobre su oreja escucha la voz alegre de Dimitri, uno de sus amantes.
Dimitri la llena de cumplidos,le endulza los oídos y ella cede a la propuesta de pasar la noche juntos pero a condición le pide que sea en su casa ya que ella no quiere salir y menos vestirse.
En realidad ella vive semi desnuda aún en los días más fríos,ella anda por su casa en ropa interior o cubierta por suaves deshabilles de seda que apenas logran cubrir sus curvas y ese resultado le fascina.
Muchos hombres en su vida han pensado que ella (mejor la empiezo a llamar por su nombre) Isabella esta enamorada de si misma,ya que los excesos de tiempo invertidos bajo la ducha y al salir de ella son casi desproporcionados y mejor no hablemos del tiempo que toma si decide cambiar la ducha a baño de inmersión.
Es obsesiva con el cuidado de su cuerpo ya que piensa que es lo único que tiene y que nadie le puede arrebatar.
Su corazón y su alma ya tienen una cicatriz muy grande con nombre y apellido : Marcial Del Río.
Ese hombre que entro en su vida porque ella lo persiguió hasta enamorarlo pero tejió tan bien la tela de araña que ella también cayo enamorada de él sin darse cuenta.
Todo había terminado Isabella lo tuvo que terminar porque sentía que moría y renacía con solo estar al lado o alejarse de Marcial.
No soporto esa posición en la que el la puso y ella se dejo poner y cuando se dio cuenta estaba tan a su merced, tan vulnerable sin nada que hacer que se desespero.
Días y semanas sin dormir dieron por resultado que Isabella tomará el poco coraje que tenía y le dijiera un montón de mentiras a Marcial y que este no se las creyera pero las tomará a mal y dejará marchar a su antigua vida a Isabella.
Marcial e Isabella hacían solo una cosa, como un ritual sagrado desde ese día: llamarse por teléfono el día de sus cumpleaños y escuchar la voz del otro,no hablaban solo oían la otra voz diciendo una o dos veces "Hola" y luego suspirando.
Volvamos al hoy.
Luego del llamado inoportuno de Dimitri y escribo inoportuno porque últimamente Isabella no quería ver ni a Dimitri ni a Javier,ni a Luciano ni a ninguno pero no quería estar sola,ellos eran una colección de juguetes eróticos formidables cada uno lo mejor en su estilo.
Dimitri el atleta: con su cuerpo que parecía una estatua de algún Dios griego.
Javier el pensador: con su mente siempre poderosa y sofisticada abierta para todo.
Luciano el poderoso : dueño de una importante fortuna heredada y un excelente trabajo de abogado.
Todos ellos hermosos físicamente y locos de amor por ella.
Sin embargo eso eran para Isabella juguetes sexuales de alto nivel.
Desde un tiempo atrás había empezado una horrible costumbre : todas las noches sin falta lloraba, pero sus lágrimas eran de sangre.
A la mañana siguiente encontraba piedras preciosas, rubíes en toda su cama,se habría echo rica si los hubiera vendido pero los guardaba porque no entendía que eran o como aparecían ahí,no quería admitir que eran sus lágrimas,en el fondo lo sabía porque el rojo era muy especial,así que simplemente guardaba los pedacitos de rubíes en una caja de zapatos y luego adentro de un ropero.
Isabella tenia dinero suficiente para vivir cómoda,además sus tres amantes siempre estaban dispuestos a hacerles regalos, a llevarla a pasear y a cumplir todos sus caprichos.
Osea ¿para que vender esas lágrimas solidificadas?
Así pensaba Isabella.
A las seis de la tarde entro al baño,se baño con parsimonia enjabonando cada parte de su cuerpo y luego sacando el jabón con un pequeño jarro de agua luego el gran chorro de agua ,más tarde el cabello todo meticuloso para que su brillo sea espectacular.
Al fin otro gran chorro de agua de la ducha cayo completo por su cuerpo y una lágrima escapo a sus ojos que ella corrió de la bañadera con el pie y dejo ahí sólida piedra sin darle importancia.
Al salir de la ducha se tambaleo y sintió un leve mareo,pero siguió con su rutina embellecedora.
Cremas para la piel,perfumes,aceites y demás ...fueron rociados o esparcidos por su cuerpo.
Luego se peino mechón por mechón separándolos de adelante hacía atrás cuando logró el resultado que quería con su cabello se vistió con una bata de seda azul y fue hasta el placard y sacó unas hermosas sábanas negras de algodón egipcio y tendió la cama.
La comida la traería Dimitri osea que Isabella solo sacó de su bodega un cabernet sauvignon un poco añejo ya que Dimitri poco bebía pero si lo hacía le gustaba el vino de buena calidad.
Y al fin llego Dimitri,se abrazaron y besaron apasionadamente y entre besos y caricias comieron una rica pierna de cordero que el había llevado.
Isabella tenía que admitir que eso era otra cualidad de Dimitri comía mucho pero jamás estaba fuera de forma ,siempre perfecto ese torso y esas piernas.
Luego de una breve charla fueron a su cuarto e hicieron el amor hasta el amanecer.
Abrazados en la cama mientras Dimitri dormía Isabella lo miraba pero en lugar de admirar su hermoso y musculoso cuerpo pensaba en Marcial,deseaba poder cambiarlos y el que estaba en su cama no fuera Dimitri sino Marcial.
Cuando Dimitri se despertó se encontró solo en la cama pero como eso ya era una vieja costumbre siguió durmiendo.
Isabella había ido al baño y Dimitri lo había supuesto y molestarla allí era igual a todo un día de mal carácter por parte de ella ya lo había sufrido una vez, dos no quería ni pensarlo,así que retuvo las ganas de orinar y prosiguió con su sueño.
En efecto Isabella estaba en el baño llorando sus lágrimas de sangre que luego se trasnforman en rubíes.
Dimitri ya despierto no supo que hacer y como la prisa por orinar lo tenía a mal traer desde hacía más de tres horas decidió escribir en una hoja de papel una nota muy amorosa para Isabella y marcharse de su casa,dejando el papel la lapicera y la nota sobre la mesita de luz.
Cuando Isabella escucho el portazo salio del baño y se acurruco en la cama a llorar.
Cada día estaba más débil ya que no había cura para esa herida llamada Marcial.
Sus lágrimas sangrientamente preciosas la debilitaron tan rápido e hicieron de sus sábanas una manta tan pesada que ella apenas podía moverse.
-Atrapada otra vez por Marcial- Se dijo a sí misma.
Y siguió con su llanto incansable ya no se levantaba de esa cama las piedras pesaban demasiado y ella estaba en demasía débil para pelear.
A la semana Isabella moría cubierta de rubíes y el teléfono sonaba:era su cumpleaños del otro lado de la linea Marcial esperaba oír su voz pero nada,solo el ring del teléfono.
Esto alerto a Marcial y Marcial alerto a la policía que cuando llego a la casa de Isabella la encontró muerta desnuda con una habitación llena de rubíes que la sofocaron.
-Es mi culpa-Dijo Marcial-Yo le dije una vez que sus lágrimas eran como rubíes,ella lloraba porque se había golpeado la nariz y sangraba fue un chiste inocente pero Isabella siempre tomaba mis palabras muy en serio y acá tenemos la prueba-
Días antes de morir Isabella había escrito con la lapicera que había usado Dimitri para escribir la nota de despedida en su brazo "Marcial te amo,te quiero como regalo de cumpleaños"