Melany es una mujer bastante hermosa, excéntrica, inteligente y ardiente como para enloquecer a cualquier hombre entre ellos a Julián.
Julián era un hombre más bien escurridizo por llamarlo de alguna manera con respecto a las relaciones estables y duraderas.
Igual que Melany pero eso él lo acaba de descubrir mientras ella se ducha en el hotel donde han ido a parar luego de unos tragos.
Todo lo demás estaba a la vista basto verla, oírla hablar de tales temas como para querer sentirla suya aunque sea sexualmente.
Es ahora que Julián la oye desde el baño decir:
-Tranquilo no nos vamos a casar pero haceme el favor de pedir un gin tonic.-Entre risas
-Tranquilo no nos vamos a casar pero haceme el favor de pedir un gin tonic.-Entre risas
-No llevamos ni 6 horas juntos Melany estoy seguro de eso pero ¿queres beber más?-
-Si ya te dije quiero olvidar hasta mi nombre- Respondió ella estallando en carcajadas.
Que mujer -pensó Julián- hay que admitir que es hermosa de una manera que solo un tonto no vería, esa locura me divierte y llamo a recepción para pedir el trago.
Melany salió del baño solo con la bata entreabierta y se tiro a en la cama al lado de Julián, pero no se puso a mirarlo ni a acariciarlo se quedo viendo su imagen en el espejo.
-Pura coquetería esta mujer-Pensó Julián lo mismo hizo en el bar.
Hasta las uñas de los pies tiene pintadas a la perfección.
La estudiaba con la mirada: esbeltas piernas formadas seguramente por algún ejercicio no hay a la vista celulitis depiladas enteras hasta lo más profundo del cavado, un abdomen casi plano con un ombligo que apetecía besarlo, unas costillas que se mostraban como grandes seguramente estaba en alguna postura, unos pechos medianos, un cuello largo delicado perfumado casi como de cisne y sonó el timbre con el trago.
Julián quería quedar como el caballero que en realidad era y fue a buscarlo.
Cuando se lo acerco Melany lo miraba fijamente ya no sonreía, tenía la mirada de un animal herido.
-Acá tenés-Dijo Julián acercándole el vaso ella esbozo una semi sonrisa lo agarro y le dijo:
-Si; las cicatrices de las piernas ¿las viste bien?.-
-¿Que de que hablas?-
Melany sin pudor alguno le mostro unas pequeñas marcas en sus piernas.
Julián no las había notado pero Melany le conto su historia.
Era triste, desagradable y para el final había acabado el vaso de gin tónic
Julián no le dio importancia pero sintió lo que ella le dijo, el sentimiento de odio hacia aquellas marcas.
Luego hablaron, fumaron y volvieron a hacer el amor una última vez hasta despedirse.
Así empezó un seudo enamoramiento entre Julián y Melany.
Chateaban a diario, en persona se veían y las horas e les pasaban volando a ambos.
Julián veía una mujer diferente a las que lo rodeaban y eso era un bálsamo para él.
Melany veía un hombre inteligente y amable.
En la segunda cita fueron a otro bar mientras hablaban Melany hizo un movimiento con el brazo izquierdo y Julián descubrió una banda elástica bastante grande le había salido un sarpullido explicó ella.
Y así en todas las citas siempre ella perfectamente maquillada, vestida pero con una herida.
Julián empezó a sentirse incomodo por ciertas actitudes de Melany durante los chats se definía a sí misma como ególatra con eso justificaba su apariencia.
-Porque si yo no me quiero nadie lo va a hacer-
Tales fueron sus palabras.
-¿Realmente estas sola? Digo vives sola ¿cierto?- Pregunto Julián no había maldad en la pregunta solo un poco de preocupación la última vez que la había visto tenía un golpe en el abdomen.
-Si, estoy sola, gracias a mi, a Dios y demás te conté la historia la primera vez.-
respondió ella con un poco de furia, pero no lo suficiente como para dejar de hablar con él.
Melany sentía como un imán que la llevaba a Julián, no podía parar de tocarlo cuando estaban juntos, hasta ella se sentía incomoda de rozar su brazo con disimulo o ya romper todos los limites y besarlo en el cuello ostentosamente, él lo disfrutaba en silencio ella se lo reprochaba.
Las citas eran comodas,divertidas,gratificantes para ambos pero Melany siempre llevaba una herida.
Una marca, una banda elástica o una venda pequeña.
A Julián eso no le desagradaba más bien le daba que pensar y de tanto pensar se quedo con la versión de Melany que ella era delicada por naturaleza y media torpe y vivía con marcas que detestaba pero que pronto desaparecían.
Otra cosa empezó a pasar Julián estaba ocupado y mucho ya no chateaban horas como al principio y Melany lo resentía y se mostraba aniñada, resentida y otras veces se mostraba tan triste que parecía un alma en pena.
Él no tenía tiempo y ella lo necesitaba se estaba desangrando por dentro por un herida que oculto siempre,que nadie veía si ella no la dejaba ver.
Una herida que era el equivalente a haberse cortado las alas para esperar eternamente a aquel hombre que era droga y sanación para ella.
Tan diferente en lo exterior a Julián, pero que con el poder casi absoluto sobre ella.
Era una simple rehén de alguien; de un peregrino mundial.
Por decisión propia si es que en materia de amor se decide.
Julián hubiera sido una magnifica cura total y definitiva si tan solo ella lo hubiera dejado penetrar un poco más y él realmente hubiera indagado como correspondía.
Y no simplemente haberse callado.
¿Quién sabe si no la hubiera salvado de esa "relación".?
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