"La sabiduría del hijo"

El padre de Sebastián desde que fue abandonado por su mujer tuvo dos etapas en la vida por el resto de su vida : la melancolía y el enamoramiento.
Era joven casi cincuenta pero nadie le daba más de cuarenta y cinco años,tenía muy buen hablar ya que hablaba de todo desde negocios hasta moda.
Y eso fascinaba a las mujeres.
Además de su buen porte.
Pero Sebastián sabía la verdad.
Su padre a todas las amaba,con el cuerpo, con la mente,con el alma si era tal su grado de enamoramiento por "la de turno" como las solía llamar Sebastian.
Una rubia impactante llamada Ludmila era su nueva novia.
Joven, de menos de cuarenta años pero por la ropa y su buen estado físico apenas parecía de treinta.
Como Sebastian lo había presentido(no por artes adivinatorias sino por la costumbre) Ludmila saldría corriendo de al lado de su padre al primer ataque de melancolía de este.
Antes de que esto sucediera Sebastian lo miro fijo y estuvo así pensativo un rato mientras su padre gozaba de su melancolía. 
Luego de eso Sebastian se acerco a su padre y solo le dijo :
-Papá todas son un espejismo,distintos algunos con más agua otros con menos pero papá son espejismos al fin-

"Atrapada entre sombras"

Aquí me encuentro con una arritmia indescriptible.
Con la mente inquieta.
No paro de caminar en círculos.
Esto es terrible,es una calesita,un juego macabro.
Espíritu sin nombre que malogras mi vida ¿hasta cuando vas a jugar conmigo este juego?
Eres tan inconstante y yo aún me niego a verte así.
Cuando ya han pasado tantos años...
Voz sin rostro que intensificas mis desgracias ¿terminaras con esto algún día?
Déjame ahogar en el mar de mis lagrimas y mis pensamientos.
Pero si he ahogarme en ellos lo haré ahora.                                                                                                                                             

  
Claro esta que para ahogarme en mis pensamientos primero tendría que poder pensar por mi misma y no me dejaras hacerlo.
¡Esto no es vida!.
Es simplemente una rueda maldita, de noches y días.
De enfermedades y de tristezas.
Todo gira a mi alrededor porque tu lo haces girar más a prisa, espíritu de voz indefinible.
Ahora tiemblo,mis manos han enloquecido no paran de moverse,de temblar.
¡Cruel castigo!
Tal vez merecido.
Me perdí por una sombra.
Decidí por voluntad propia seguir el camino de una sombra.
Un demonio sin rostro,sin alma,sin escrúpulos,sin tiempo.
Un ser intangible y maldito gobierna este pedazo de Tierra donde habito.
Esto es una ruleta rusa sin balas ni muriendo lograré escapar.
Quisiera poder recobrar mis fuerzas y cerrar los ojos que tu mantienes abiertos de par en par, para que vea las imágenes que tu dibujas y desdibujas en las paredes,tal vez cerrando los párpados cierre con ellos este ciclo de tortura.
Tal vez aquí y contigo nada es seguro ya...