Estoy agobiada.
En el aire algo esta extraño.
Mis ojos se pierden con facilidad ya no puedo concentrarme ni en el mejor de los libros.
Estoy hastiada.
Abrumada de este sin sabor.
Me choco con las mismas paredes cada día y en casi los mismos lugares del cuerpo dejan sus marcas,crueles.
Nadar a contra corriente ya dejo de ser una opción valida para mi, ahora es solo nadar.
El aire me sofoca.
Las paredes me encierran brutalmente entre recuerdos que son mitad fantasía y mitad verdad inventada.
Nada es real.
Todo es efímero.
Todo.
El aire que de tu boca exhalas me hace falta.
A pesar de ser puras mentiras tus palabras a veces las extraño por costumbre.
Otras porque de tu boca emanas un hálito de esperanza que reconforta y cambia esta
rutina cruel en que se a transformado mi vida.
Extraño la magia intangible de tu ser.
Y a la vez me pesa extrañar lo que nunca fue.
Tarde o temprano tenía que ocurrir y esta empezando a suceder.
Admitir que te extraño.
Asegurarme a mi misma que debo ser real y fuerte,por mi y jamás por otros.
Ponerme firme y mirar mi imagen en el espejo y sacar a la guerrera.
Fijarme una meta cuanto más lejana e inalcanzable mejor.
Sin embargo una ráfaga de viento cargado de deseos extraños y formas extravagantes cruzan mi habitación.
De rodillas he caído frente al espejo,me he lastimado el orgullo y me he herido en el ego.
Esas cicatrices tardan en sanar...
¿Y tu cuantas veces te has caído y te has dado con el orgullo y el ego sobre el pavimento cruel de la vida?
No creo que tan pocas...tampoco que tantas...