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viernes, 31 de marzo de 2023

"Lisbet:una bruja mala muy mala"

  Esta es la historia de Lisbet :una bruja muy muy mala.

Alto ahí lector,en el mundo de las brujas es al revés lo bueno es malo y lo malo bueno.¿Entiendes?.

Lisbet nació una noche de junio a las doce en punto:hora de las brujas y desde ese momento mostró sus dotes mágicos abrió rápido los ojos y sonrió a su madre y a su padre,los reconoció como suyos y los amo al instante,su corazón se henchía de alegría de verse tan amada.

Días después la presentaron a su familia estaba tan feliz todos la amaban; de pronto giró su cabeza y vio a una  señora no era su abuela,no era su tía Lisbet ya lo sabía esa mujer no le gustaba pero su madre se la dio a cargar y se sintió incómoda  esas manos eran rugosas y ásperas,más la mujer la miró con sus grandes ojos negros y Lisbet supo que era su madrina Ágata,esta simuló darle un beso y le murmuró algo al oído.

En ese momento Lisbet se largó a llorar. La vieja madrina le había dicho su futuro y a Lisbet no le gustó ni un poquito. Tan grande fue su llanto que su madre la tomó de los brazos de Ágata y la reconfortó en los suyos,pero Lisbet seguía llorando de tal forma que dieron la visita por terminada y volvieron a su casa. Allí se sintió más alegre pero las palabras retumbaban en sus pequeñas orejas y cada vez que se acordaba lloraba.

Sus primeros años pasaron veloces y felices jugaba en la plaza, en su dormitorio pero siempre a las doce en punto se despertaba y miraba al techo,su madre no la entendía y ella tampoco,poco a poco las palabras de Ágata se habían borrado o transformado en un mal sueño.

En la escuela estaba contenta le gustaba estudiar y le era fácil recordar las tareas,los números pero se aburría en clase de física esos saltos eran tan cansadores ella estaba para más y lo sabía,como era de expresar todo a pesar de los regaños de sus padres un día le dijo a la maestra de educación física que ella podía volar y saltar era para bobos.

Sin querer porque así lo sentía había faltado al respeto a la maestra de educación física, sus padres llegaron con su madrina Ágata.

Ágata había estado hablando con los padres de Lisbet según había dicho y visto por sus notas era una niña súper dotada y no debía ir a un colegio normal sino a una institución especial. Un internado lejos donde ya no lloraría a las doce en punto y le sacarían esa mañas de niña mimada. Sus padres habían objetado pero en ese momento justo otra vez llamaban de la escuela.

Lisbet hablaba mucho de cosas fantásticas o se reía de la nada y hasta a veces se peleaba por defender a sus compañeros tenía gran apego a todos menos a “los malos” a su manera los “castigaba” les escondía los cuadernos o sus juguetes preferidos y nunca nadie los encontraba,en realidad los hacía desaparecer pero no decía nada para ella era normal.

También desaparecían cosas de la casa porque ella jugaba a las escondidas con esas cosas y eventos así como volar un plato o subir el volumen de la música.

Ágata sabía el potencial de la pequeña y quería explotarlo;Ágata era una bruja, de esas que tienen una verruga en la cara y son medias narigonas.

Ágata era una excelente bruja y tener a Lisbet bajo su tutela sería maravilloso,las cosas que le enseñaría,las cosas que podía hacer sin haber estudiado nada la pequeña eran muy básicas(travesuras de niña/bruja) pero mostraban a las claras que sería con esfuerzo,tiempo y dedicación “La bruja suprema” Ágata no quería a la Bruja Suprema que estaba al mando Clara era muy vieja y Lisbet era una promesa que se había hecho a sí misma.

Al volver de la escuela después de regaños sus padres le dijeron sus planes Lisbet miró al techo por una mancha había sabido que ese día no iba a ser como cualquier otro ni bien empezó;justo a las doce y su llanto no fue vano.

Partió con Ágata pero no a un internado sino a la casa de Ágata,está pronunció un conjuro y sus padres la olvidaron y Lisbet recordó exacto lo que de bebé ella le había dicho y otra vez lloró.

La casa de Ágata estaba en medio de un bosque alejada del pueblo y era muy rústica pero era simple disfraz para espantar a niños y curiosos y que la pequeña aprendiera con tranquilidad y sin distracciones.

Lisbet aprendió en un año más de mil hechizos pero como todavía era una niña en vez de hacer que lloviera agua natural hacia llover chocolate o caramelos según su antojo.

Todos los días Lisbet se despertaba desayunaba en un comedor lujoso y luego se encontraba con Ágata en la sala de estudio jamás esta la premio,solo pensaba en ella y en destituir a Clara de su rango.

Los viernes se iba al caer el sol a la montaña en su escoba y no volvía hasta el amanecer,le había dicho que cuando tuviera edad ella podía ir con ella y ser una buena bruja.

Lisbet entendía como ustedes al principio que era una buena bruja y estaba errada pero Ágata no le explico nada pues una bruja eso lo siente,no necesita palabras y cuando llegará el turno de llevarla frente al aquelarre Lisbet estaría más que preparada.

Y así siguieron los años estudios de hechizos poco cariño, un vació en su corazón ya que extrañaba a sus padres y seguía despertándose a las doce solo que ahora miraba la luna.

Un día Ágata se fue al pueblo a hacer algo de bruja y ella caminó por el bosque lindero hablaba con los pájaros o fingía hacerlo estaba tan harta de Agata y sus planes que siempre le repetía que hablar con un pequeñín alado era siempre mejor le contó su pena al pichón de águila que se había caído del nido Lisbet sintió pena cuando se dio cuenta y le pidió perdón. Y lo llevó a la casa para sanarlo.

Le puso una venda en una garrita y lo llamó Salomón,había leído sobre un rey llamado así y le había gustado.

Lisbet hubiera leído todos los libros sino hubiese sido por las exigencias de Ágata y era mejor tenerla contenta,molestaba menos.

Cuando Ágata regreso con dos escobas nuevas de roble y vio a su ahijada encariñada con una águila casi se cayo de espaldas.

Las águilas eran de los humanos si estos podían domesticarlas ellas preferían gatos,serpientes o cuervos.

Esta niña empezaba a ser un problema y ella que le había comprado una escoba y le iba a enseñar a volar.

Con dolor Lisbet soltó en el bosque a Salomón y aprendió a volar queriendo enseñarle a él pero el pequeño había sido asustado por Ágata.

Ese viernes la presento al aquelarre fue muy bien recibida Clara le hizo las pruebas del fuego y el agua y quedo asombrada sonriendo con sus chuecos labios a Ágata quien miraba orgullosa a las demás.

Clara era vieja tenía el pelo blanco los dientes chuecos y la llevaban en un sillón de madera cuatro brujas menores.

Lisbet ahí se entero que ella debería llevar a Clara varios años a cuestas y la idea no le gusto y a Ágata menos,Ágata no era tan vieja pero si parecía más bruja el pelo negro una gran nariz con la clásica verruga y una mirada de desprecio que parecía asustar a todo el que se cruzara,las demás también parecían brujas algunas usaban sombreros otras estaban despeinadas y cosas así.

Lisbet era rubia pero su color de ojos cambiaba era azul si llovía verde si había sol y miel si había mucho sol.

Clara dijo que era una bruja natural que su don era la naturaleza Lisbet la miraba tratando de descubrir si podía o no caminar ;las brujas eran tramposas y bastante vagas.

Ágata no lavaba la ropa la dejaba en el pueblo y misteriosamente aparecía al día siguiente lavada planchada y perfumada.

Tenía bajo un embrujo a la lavandera de la aldea.

Esa noche las brujas ya consagradas se quitaron las ropas y cuál más fea se pusieron a bailar frente a una hoguera,era su sabbath (reunión de brujas) ellas cinco sentadas a un costado veían como las mayores bebían,reían y bailaban.

Lisbet quiso hacer conversación pero las otras cuatro la trataron como una niña y apenas la miraron con desdén tan creídas estaban de ser aprendices de brujas que cuchichearon un momento y luego le dijeron:- Mira niña yo llevo cinco años cargando a la suprema y tu prendes un fuego y yo te tengo que hablar ¿?- Le dijo Jenna que tenía un mechón verde en su pelo

Dina (que tenía un mechón azul en su pelo) le dijo-¿Yo llevo seis años cargando a la suprema tu hacer caer dos gotitas y debo hablarte?-

Juna que tenía un mechón verde en su pelo dijo:- Llevo casi diez años cargando todos los viernes a la suprema y vos sos ¿quien para que yo te hable?-

Jana la más mayor que tenía un mechón naranja con los ojos llenos de fuego :- Chiquita estos brazos cargan casi quince años a la suprema y aún no bailo entre ellas apenas le hablo a están dos-dijo señalando a las primeras- dentro de un año seré una bruja natural mejor que ninguna estoy a prueba yo con vos no hablo a no ser que …

-¿Que que? Pregunto Lisbet

Las cuatro rieron.

- Has llover unas gotas en el caldero. -

Y Lisbet lo hizo.

Las brujas dejaron de bailar y miraron a Lisbet casi todas enojadas menos la suprema,que reía así de emocionada estaba al ver los poderes de Lisbet y la maldad de sus súbditas, obviamente fueron castigadas pero no importo,Lisbet ahora se Todos los días Lisbet se despertaba desayunaba en un comedor lujoso y luego se encontraba con Ágata en la sala de estudio jamás esta la premio,solo pensaba en ella y en destituir a Clara de su rango.

Los viernes se iba al caer el sol a la montaña en su escoba y no volvía hasta el amanecer,le había dicho que cuando tuviera edad ella podía ir con ella y ser una buena bruja.

Lisbet entendía como ustedes al principio que era una buena bruja y estaba errada pero Ágata no le explico nada pues una bruja eso lo siente,no necesita palabras y cuando llegará el turno de llevarla frente al aquelarre Lisbet estaría más que preparada.

Y así siguieron los años estudios de hechizos poco cariño, un vació en su corazón ya que extrañaba a sus padres y seguía despertándose a las doce solo que ahora miraba la luna.

Con dolor Lisbet soltó en el bosque a Salomón y aprendió a volar queriendo enseñarle a él pero el pequeño había sido asustado por Ágata.

Ese viernes la presentó al aquelarre fue muy bien recibida Clara le hizo las pruebas del fuego y el agua y quedo asombrada sonriendo con sus chuecos labios a Ágata quien miraba orgullosa a las demás.

Clara era vieja, tenía el pelo blanco los dientes chuecos y la llevaban en un sillón de madera cuatro brujas menores.

Lisbet ahí se enteró que ella debería llevar a Clara varios años a cuestas y la idea no le gusto y a Ágata menos,Ágata no era tan vieja pero si parecía más bruja el pelo negro una gran nariz con la clásica verruga y una mirada de desprecio que parecía asustar a todo el que se cruzara,las demás también parecían brujas algunas usaban sombreros otras estaban despeinadas y cosas así.

Lisbet era rubia pero su color de ojos cambiaba era azul si llovía verde si había sol y miel si había mucho sol.

Clara dijo que era una bruja natural que su don era la naturaleza Lisbet la miraba tratando de descubrir si podía o no caminar ;las brujas eran tramposas y bastante vagas.

Ágata no lavaba la ropa la dejaba en el pueblo y misteriosamente aparecía al día siguiente lavada planchada y perfumada.

Esa noche las brujas ya consagradas se quitaron las ropas y cuál más fea se pusieron a bailar frente a una hoguera,era su sabbath (reunion de brujas) ellas cinco sentadas a un costado veían como las mayores bebían,reían y bailaban.

Lisbet quiso hacer conversación pero las otras cuatro la trataron como una niña y apenas la miraron con desdén tan creídas estaban de ser aprendices de brujas que cuchichearon un momento y luego le dijeron:- Mira niña yo llevo cinco años cargando a la suprema y tu prendas un fuego y yo te tengo que hablar ¿?- Le dijo Jenna que tenía un mechón verde en su pelo

Dina (que tenía un mechón azul en su pelo) le dijo-¿Yo llevo seis años cargando a la suprema tu hacer caer dos gotitas y debo hablarte?-

Juna que tenía un mechón violeta en su pelo dijo:- Llevo casi diez años cargando todos los viernes a la suprema y vos sos ¿quien para que yo te hable?-

Jana la más mayor que tenía un mechón naranja con los ojos llenos de fuego :- Chiquita estos brazos cargan casi quince años a la suprema y aún no bailo entre ellas apenas le hablo a están dos-dijo señalando a las primeras- dentro de un año seré una bruja natural mejor que ninguna estoy a prueba yo con vos no hablo a no ser que …

-¿Que que?- Preguntó Lisbet

Las cuatro rieron.

- Has llover unas gotas en el caldero. -

Y Lisbet lo hizo.

Las brujas dejaron de bailar y miraron a Lisbet casi todas enojadas menos la suprema,que reía así de emocionada estaba al ver los poderes de Lisbet y la maldad de sus súbditas, obviamente fueron castigadas pero no importo,Lisbet ahora se paseaba por el pueblo de noche no en escoba sino caminando pero le gustaba mucho ver gente así que empezó a salir de día jugaba con los niños les regalaba dulces a veces hasta hacia nevar para hacer con ellos muñecos de nieve y tirarse las bolas.

Era un pueblo muy tranquilo Lisbet quería ver el mundo,aunque mientras Ágata estuviera a cargo eso era imposible.

Ágata la regañaba hasta el cansancio y Lisbet solo bajaba la cabeza y estudiaba más y más se escapaba.

Las brujas no deben convivir con humanos decía a los gritos Ágata y si te descubren te echaran del aquelarre.

- ¿ Y que debo hacer? -

- Ser una buena bruja asustar a los niños en vez de jugar con ellos . - Respondía Ágata

Lisbet prometía dejar de hacerlo pero siempre encontraba un pasadizo secreto para escapar aunque Ágata hubiese sellado todos.

Un día hacía frío y como en el pueblo ya la miraran mal por haberla visto con Ágata no quiso hacer magia y siguió caminando tapándose con su saco cuando vio una niña de unos cinco o seis años sola casi helándose de frío quiso seguir de largo pero la niña le pidió una moneda y Lisbet nunca tenía dinero (las brujas el dinero que tienen es falso o multiplicado a través de hechizos de dinero real) bajo la mirada y y trato de seguir caminando pero la nena se agarro de su pollera y le suplico Lisbet la miro estaba con un vestido de verano y un saco muy roto.

Seguro era hija del pobre granjero que se había burlado de una bruja o del carpintero...había rumores.

-Pequeña no tenés casa te llevo ahí – Ofreció Lisbet

La chiquita empezó a temblar más fuerte y toser .

Lisbet miró hacia ambos lados hizo un ademán y las ropas de la niña cambiaron por otras más gruesas y de invierno,luego miro sus ojos el iris de sus ojos para saber dónde  vivía y si; era hija de un carpintero que se había burlado de las brujas y ellas lo habían enloquecido.

Lisbet sintió su pena como frío y la envió allí con comida para una semana.

Y así todas las semanas.

Se escapaba para llevarle cosas a esa niña y a su familia.

Luego se iba a pasear a jugar y luego volvía a estudiar.

Y a los regaños de Ágata.

Hasta que por fin Ágata la llevó de nuevo un viernes la preparó con especial lujo La Suprema Clara estaba muriendo y Lisbet tendría que tomar su lugar.

Cuando llegaron cada una en su escoba los anuncios fueron rápidos La Suprema estaba muy anciana y moriría de un momento a otro todas las aspirantes ya eran brujas y pronto La Suprema diría quien sería su sucesora.

Todas las brujas deberían hacer méritos para ganar aquel puesto no importaba edad todas podrían participar.

Las brujas sacaron sus libros y cada una por su parte hizo hechizos y maldades tales como matar un pajarito dentro del huevo hasta invocar tormentas y maremotos.

Incendios y castigos a los aldeanos que las habían ofendidos.

Era un día libre Lisbet se sentó bajo un árbol ni saco su libro y chasqueo los dedos ante ella apareció una fuente de chocolate y frutas y se puso a comer.

Mientras comía apareció otra bruja paso por su lado y tomo nota en un papiro de pronto un águila se posó en su poso ¡era Salomón! Estaba grande y sano y parecía no estar contento con lo que veía que hacían las demás.

Lisbet como si le leyera el pensamiento dijo: -A mí tampoco me gusta pero vos sos el único que lo entiende. -

Salomón dijo entonces : -Tú no eres de ellas-

Lisbet lo miro – ¡Amigo mío puedes hablar que alegría por fin alguien me va a escuchar! . -

- Lisbet preciosa yo nunca olvide a la niña que me sano mi garra sin ella hoy no comería y si,siempre te escucharé. Pero ahora debo partir hasta pronto hermosa mía,volveré cuando hayas entendido que vos no sos así .-

Lisbet pensó mientras comía un kiwi bañado en chocolate si Clara moría el aquelarre no tendría una líder sin una líder estarían perdidas pero pronto elegirían a una;a la mejor.

Pero todas estaban conjurando con sus libros en las manos leyendo ella sabía los conjuros más fuertes de memoria.

¿Ágata tenía razón ella sería la nueva suprema?,ella no quería serlo.

No,de esas brujas ahora quería estar con Salomón ser mala bruja ayudar a los niños con sus tareas y divertirse con ellos.

Ella era mala punto.

Nunca había sentido tanta ira contra las brujas ni cuando Ágata la separo de sus padres ahora se vengaría de todas.

Dejó su fuente tomó su escoba y subió a la colina.

Desde allí gritó ¡Alto!.

Ágata pensó que se auto proclamaría la suprema y más orgullosa se puso.

Pero no.

Lisbet tenía otra idea.

- Clara va a morir y no pueden salvarla ¿ qué clase de brujas son? Me dijeron que somos inmortales mi madrina me lo dijo Ágata y la señaló ustedes sin libros no pueden hacer nada yo hago todo de memoria de instinto y otra bruja se le acercó y le mostró cómo en una pantalla su “maldades en la aldea”

-¡Estas son tus aberraciones, ya sabemos de ti Lisbet te vigilamos- .

- Y yo me harte de ustedes y con un gran movimiento de manos formando círculos conjuro un rayo que partió el cielo y prendió una hoguera y luego todos los libros de hechizos bailando fueron a parar a él.-

Las brujas la miraban atónitas creían algunas (las menos que quería tomar el lugar de la suprema porque conocían a Ágata) pero nada más lejos.

Luego con otros círculos formados con sus brazos las escobas de todas fueron a la hoguera también.

Ahora eran leña para esa hoguera.

Las brujas iban ya a atacarla pero ella se había creado un escudo de protección a base de sal gruesa. Desde pequeña Ágata le había enseñado a llevar siempre un frasquito con sal porque una vez hizo nevar días y la sal derrite la nieve.

Entonces alguien anuncio que Clara se había ido para siempre y Lisbet la interrumpió

- Se quedaron solas me arrancaron de mi familia quieren que haga cosas que no me gustan yo las transformaré en animales retorcidos y ahora toda la aldea sí les tendrá miedo o se reirán de ustedes.-

- Noooooooooooo .- Gritaron las demás brujas.

Pero Lisbet las convirtió en burras con narices de chanchos orejas de cuervo y patas de patos pero no tuvo en cuenta que faltaban cuatro brujas las que cargaban a la suprema.

Ya no importaba.

Salomón volvió y se monto cuidadosamente en su hombro y Lisbet se preparaba para viajar en su escoba.

Era libre.
Por ahora...

jueves, 25 de septiembre de 2014

"La pequeña de los cabellos de cobre"

Había una vez... 

En tierras lejanas... Y en otros tiempos...


Vaya cliché ¿verdad?
Bueno pero de vez en cuando es bueno volver a lo clásico.
Aunque proviniendo de mi no sé que tan clásico sea el cuento.

Allá en un extraño paraje de otro tiempo había una vez una pequeña con los cabellos de cobre.
En esa ciudad ella era la única que los tenía así.
Las demás pequeñas lo tenían de plata u oro.
Por eso esta pequeña era especial.
Única en su tierra.
Única tal vez en el mundo.
 Ella salía tanto a la noche como en el día.
Eso era bueno para ella y era causa de envidia para las demás ya que las que poseían el cabello de plata no salían durante la noche y las que tenían el cabello de oro no salían durante el día.
¿Por qué?
Las pequeñas con el cabellos de plata de noche a la luz de la Luna sus cabellos se opacaban y sentían frío.
Y a las que poseían el cabello de oro les sucedía lo mismo con los rayos del Sol con la diferencia que estas sentían calor.
Tanto el frío como el calor en exceso las lastimaba y por ende salían así de alternadas.
A la pequeña de los cabellos de cobre cuando era de día y el Sol iluminaba sus cabellos centellaban miles de colores semejantes a un arco iris.
Y la luz de la Luna le daba un efecto de oscilación muy bonito.
Al tener esa posibilidad de salir tanto de noche como de día ella se enteraba de todo lo sucedido sin intermediarios.
Y podía pasear hasta la cascada de fresias en cualquier momento.
Como podía internarse en el bosque de azulejos siempre que tuvieras ganas.
Pero ...(siempre hay un pero en las historias que intentan ser clásicas) un día hubo un eclipse total de Luna y allí se juntaron todas las de aquel extravagante paraje.
Y decidieron que nuestra pequeña era un ser malo.
Una aberración contra la naturaleza de el lugar ya exótico de por sí.
Todas hablaron mal de ella y los vituperios fueron terribles.
Con la cabeza baja,mirando al piso,pisando las peras que crecían en lugar de el pasto en el sendero a su hogar camino.
Así llego,triste,dolida de ser tan maltratada solo por tener los cabellos de cobre.
Su hermosa libertad ahora era un castigo.
Se miro al espejo y decidió esconderse un tiempo.
Lloro dos días seguidos y durmió una semana entera.
En un momento quiso ir a el jardín de chocolate pero al salir de su casa se encontró con las pequeñas de el cabello de plata (era de día) y ellas le gritaron groserías y hasta le arrojaron un puñado de tierra celeste que cubrió y mancho feamente su vestido blanco.
Apurada y manchada regreso a su cuarto y se volvió a enfrentar con el espejo.
-¡¿Por que?!-Grito-¿por que debo tener este horrendo cabello?.Así  nunca podré volver a ver ni el día ni la noche más que por las ventanas de esta casa,jamás volveré a ver el volcán de dulce de leche,ni la ruta de frutillas,ni nada.-
Y siguió llorando por dos años.
Cuando sus lágrimas se agotaron durmió otros siete años.
En sus sueños era feliz escalando la montaña de caramelo y surfeando en la nieve de miel y demás privilegios que ella tenía por su condición de única.
No todos los lugares eran aptos para las demás ya que los cabellos de plata no se llevaban bien con la miel-nieve y escalar la montaña de caramelo sólido para imposible para las que lo tenían de oro,sin embargo muchas veces ella fue por caramelo y miel para aquellas desagradecidas que ahora la trataban como un animal maldito.
Como si fuera la serpiente-perro.
Cuando despertó ya no era más una pequeña ya era una bella mujer con los cabellos de cobre.
Sus formas habían desarrollado mientras dormía y su cabello había crecido.
Reflexiono unos momentos y decidió que cortaría su cabello.

           


Pero al tomar las tijeras y ponerlas sobre su pelo recorrió con la mirada su habitación y vio por la ventana a un hombre de ojos azules y piel más bien oscura en comparación a las de las demás habitantes de ese pueblo.
Soltó de pronto las tijeras y siguió viendo a aquel hombre extraño que caminaba por su parque.
Era alto y su pelo era marrón.
-Hombre extraño-Pensó 
Pero para ella como para los demás habitantes de ese pueblo lo común era extraño y viceversa.
Sin contar de que para ella los hombres eran extraños porque había dormido años.
Pero lo "extraño" de este hombre la atraía.
Sus ojos,su pelo,sus hombros,su piel,todo en él le llamaba la atención.
Quería ir a hablar con él y ya estaba pronta a hacerlo cuando recordó su dilema.
Quería verlo.
Ansiaba hablar con él.
Y no podía salir.
Ahora que lo había visto ya no deseaba cortar sus cabellos.
La coquetería había sido despertada en ella por aquel hombre extraño.
¿Recordarían que ella existía en el pueblo?
¿La seguirían tratando mal?
Reunió todas sus fuerzas y salió.
Al verla nadie la reconoció el tiempo había echo que se olvidaran de ella en apariencia hasta que una mujer con cabellos de plata la señalo y grito:
-Ahí esta es la que no encaja sigue viva.-
Todos los ojos se posaron en ella y entre ellos ojos los ojos de aquel hombre.
Sintió vergüenza y odio al mismo tiempo.
Y ya iba a gritar cuando el hombre de cabellos oscuros se acerco y le dijo:
-Hola te estuve esperando mucho tiempo.-
Ella no entendía de que hablaba hasta que él le explico.
-Oí hablar de ti en mi pueblo es allá -dijo señalando las montañas de caramelo- allá nosotros no tenemos casi luz y me han dicho que tu pelo siempre ilumina.¿Es cierto?.-
-Si o eso creo ¿por?-
-Te necesito en mi castillo-
-¿Para dar luz con mi pelo?-
-Y para que ilumines mi vida.-Respondió el extraño con una bella sonrisa en los labios.
-Tú quieres que me vaya a vivir contigo?-
-Eso quería solo para que ilumines mi castillo pero ahora que te veo eres tan hermosa que te imploro seas mi mujer así iluminarás mi vida con solo verte.-
Mientras ellos platicaban esto las demás los señalaban y gritaban-¡Fenómeno,maldita!-
Pero ella no prestaba atención ya que este hombre de cabello común le ofrecía matrimonio.
Pensó en silencio un largo rato.
-¿Ninguna de las otras mujeres te sirve para iluminar tu castillo?-
-No.-
-¿Por que?.-
-Ninguna tiene cobre en los cabellos y ninguna sonríe entre lágrimas como tú-
Nuestra ya mujer se sonrojo e hizo un gesto coqueto con las piernas,luego le pregunto si había llevado a alguna a su castillo y él dijo que no y que por eso ella era maldita.
-¡¿Como?!-Exclamó ella
-Soy un príncipe y hace años vine a buscarte primero solo con la idea de que iluminarás mi castillo y parte de mi pueblo.-
-¿Cuando fue eso?-
-Desde aquel eclipse total- Respondió él.
Ahí ella se dio cuenta de todo el apuesto príncipe había venido a buscarla durante el eclipse y a ella la denigraron justo ese día para que se escondiera y las demás tomar su lugar,pero les fue imposible.
-¿Y desde entonces me buscas?-
-Sí,he venido todos los días desde aquel día algunas personas me han dicho que habías muerto,otras que habías escapado pero algo en mi decía que estabas aquí. Y ahora te tengo frente mío luego de verte dormir tanto tiempo.-
-¿Me viste mientras dormía?-
-Si,perdona pero encontré tu casa un día después de mucho andar y te vi,me quedé observándote tenías una bella sonrisa en los labios,desde aquel día espero que despiertes.-
-Ahora estoy despierta-
-Si y yo tengo el honor de querer dedicarte mi vida ¿la aceptas?-
-Si-


Luego ella empaco sus pocas cosas y se marcho al castillo del príncipe en el camino todas la miraban con desprecio pero ella se limito a gritarles:¡Envidiosas!
Cosa que al príncipe Joaquín (pues ese era su nombre) le causo mucha gracia.
Ahora Nicol vivía en un castillo hermoso rodeada de personas que la querían y no solo por su cabello sino por su alegría,su magia de reírse de lo aprendido y por todos sus verdaderos atributos.
Vivía cerca de su antiguo pueblo y de vez en cuando paseaba en carruaje por ahí y hacía todas las cosas que de pequeña le agradaban tanto ahora en compañía de Joaquín.
Los años dormida fueron el precio que le habían obligado a pagar por ser única.
Ahora lo entendía.