Una y otra vez.
De algunas maneras aprendí.
Se puede decir que he aprendido a llevar el sufrimiento a rastras.
Sobre mis espaldas.
Pero este estado de inmovilidad en el que caído no va con mi forma de ser.
Despertar y ver el mundo a través de mis ojos es una solución de escape.
Cobarde,sí, bien cobarde pero es la única que encuentro.
Tengo hambre.
Tengo sed.
Necesito abrigo.
Tengo hambre de tus palabras.
Sed de tus manos.
Abrigo de tu cuerpo.
Estoy herida y aún esperando.
Miro el mundo con mis ojos maravillados y el mundo solo se reduce a ti.
Único ser casi mitológico que hace revivir mi cuerpo adormecido y dolido.
Mi hambre quiere ser saciada por tus besos en mi cuerpo.
Mi sed necesita ser calmada por el torrente de tus caricias.
Tu mano derecha enrollando mis cabellos.
Tu brazo izquierdo apoyado en mi cintura.
Y poder gritar con voz profunda:¡Vivir, necesito vivir!.
¡Así recostando mi cabeza sobre tu pecho!
Así sabiendo que mañana me dirás al despertar que jamás te iras,que este mundo es injusto ya que tardo demasiado en encontrarnos,que soy lo que siempre buscaste.
Y sin embargo recuesto mi cabeza en mi almohada y apoyo mi cuerpo en sábanas ardientes y solo logro ver las heridas.
Mi cama hierve,mi mente vuela a tu lado y el sueño desaparece de inmediato.
Sombras extrañas y hambrientas de ti, giran en torno a mi.
Tengo hambre, estoy muriendo por tu alimento.
Dame tu alma para curar mis heridas.
Estoy muriendo de sed; dame tu boca llena de palabras para poder hidratar mi mente.
Me urge tu virilidad desmedida.
Tu fuego.
Tu vientre sobre el mío.
¡Estoy hambrienta de ti!.
Es tarde y estas lejos.
El recorrido caprichoso de tus pasos por mi habitación ya no se escucha y hasta las lozas del piso muren lentamente por esta ansiedad de ti.
Hambre de ti hombre presuroso.
Sed de ti hombre embriagador.
Esclava de tus silencios.
Sumisa de tu palabras.
Y el viento se vuelve flama mientras recuerdo tus manos.
Mis piernas empiezan a temblar, mi pecho desbordado por tu indiferencia perversa se queda sin aire,mis ojos buscan tu sombra entre las miles que recorren mi habitación a cada instante,mis manos desgarran las sábanas donde no hay rastros de ti,mi boca emite un gemido que suena entre macabro,doliente y ardiente.
Todo se torna desesperado.
Hambre,hambre de hombre.
Hombre por comida.
Sed,sed de hombre.
Hombre por agua.
Necesito bailar aunque sea una vez al compás del ritmo de tu masculinidad.
Hombre avaro que todo deseas y todo tienes y nada compartes: ¡Dame tu ser completo!.
Tanto de ti hay y tu lo guardas para ti mismo.
Egoísta.
Yo estoy viviendo de tus sobras.
Pero estoy muriendo de hambre.
Eres como una droga de efecto rápido,adicción acelerada y muerte lenta.
Pero eres droga y proveedor.
Las pocas fuerzas que me quedan las utilizo para abrir una botella de champagne el liquido se vuelca antes de llegar a la copa y cuando al fin puedo llenar la copa y ponerla en mis labios ya no tiene gusto a nada.
Eres ambrosía,placer de Dioses.
Me mareo...caigo.
Soy un fantasma de lo que fui.
Este hambre de ti me va a conducir a un estado cataléptico peor del que he despertado.
Hombre ven y dame tu cuerpo entero.
Hombre ya no más cuotas.
Hombre que has sido convertido en ser mitológico cuál ave fénix.
Si te doy tanto poder es porque necesito beber tu ambrosía y comer tu carne.
Soy una depredadora que solo ve una presa: tú.
Una y otra vez mi aliento es de fuego.
Mírame hombre.
Regresa de ese mundo extravagante donde estas a este donde eres un ser fabuloso.
Hombre te estoy esperando.
Con ansias, con deseo, con hambre.
Desgarrada.
Desesperada.
Con las manos bañadas en champagne.
Con el espíritu de una guerrera adormecida.
Con la mente echa añicos.
Con el corazón listo para serte entregado.
Con la boca ardiendo.
Con hambre de ti.
Y con el sexo enloquecido.
Hombre te estoy esperando.