Solo los poderosos chorros de agua caliente relajaban no solo su cuerpo sino que la llevaban a sus mundos de fantasía.
Donde ella era feliz soñando despierta con sus amores a quienes no se cansaba de besar y de proveer las más bellas palabras en sus honores.
La vida real era demasiado caótica últimamente para ella y buscaba refugios.
La vida real era demasiado caótica últimamente para ella y buscaba refugios.
La música no tenía nada de sensual en sí pero era también poderosa para aquellas fantasías.
Hoy trataba de cantar en inglés(nunca se llevó bien con los idiomas) :"Que lo iba a controlar e hipnotizar.
Me enseñaste a mentir sin dejar rastro y a matar sin remordimientos."
Al recordar las frases en español su mente y su corazón recordaron a aquel.
El infaltable.
El eterno le decían algunos.
Hasta el intocable.
Lo sabía lejos y ocupado pero bien o eso fingía.
Nadie pone en las redes sociales que está llorando.
Aunque ese hombre era la excepción.
Maldito-pensó- fuiste tan bello y hubieras sido más.
Pero yo no estaba lista y te fuiste.
Ahora le quitaba la culpa y se la atribuía.
Marilina era así hoy daba mañana quitaba no con todos pero si con él.
Para con él todo era diferente su orgullo la limitaba y aunque él sorteara los más fuertes ella no daba por completo el brazo a torcer.
Beso un azulejo en su honor y con ese beso dejó ir su recuerdo momentáneamente.
Siguió con otra fantasía era tan lindo,dulce a su manera,esquivo,intrigante siempre supo que en apariencia era fácil pero ese era el disfraz que ella más temía.
La forma de camuflarse con el ambiente de pasar desapercibidos esos hombres eran su talón de Aquiles.
Pero hoy por hoy ninguno le quitaba el sueño.
Nadie había en su corazón que le moviera el mundo.
Y eso si bien no le molestaba tampoco la hacía feliz.
Las noches eran rutinarias y hasta a veces aburridas en exceso.
-¿Que sería de aquel? -se preguntó.
Por las redes no iba a encontrar la respuesta.
Y era tan poco amigo de soltarse y decir todo que...
Recordó los momentos pasados a su lado y aún veía su culpa flotar por todos lados.
Dejó caer una lágrima beso otro azulejo y siguió cantando y moviéndose al compás de los chorros de agua y la música.
"Quería reconciliar la violencia en su corazón"
Con razón desde hacía un tiempo atrás le gustaba tanto esa banda.
Suspiro y se vio con sus amigas un hermoso grupo bailando bebiendo feliz.
Lo sabía posible pero difícil.
Bailo otro rato y decidió salir de la ducha.
Se secó cuidadosamente y fue a vestirse al escritorio.
La música era tan estimulante,ahora la lista de reproducción había cambiado de banda pero los acordes eran poderosos.
Adoraba bailar era como quitarse un peso de encima y hacía tanto que no lo hacía que casi montó un show mientras se pasaba cremas por las piernas.
De pronto vio la pantalla ahí estaban todos on line.
Y un par de los que ni siquiera se había acordado y los sintió lejos.
Poderosamente lejos.
Ella era un abismo y ya no les daría a ninguno de ellos una posibilidad de sacarla.
Estaba segura.
O eso se decía mientras los miraba.
-Que callados están babys,ok ustedes nunca ponen nada pero ni media foto nueva...no sé manejense ustedes que están grandes y yo tengo que estrenar un bello perfume.-
Tomó el perfume en su mano derecha y lo roció en varios estratégicos puntos;detrás de las orejas,entre sus senos,en sus hombros,en sus muñecas y un toque muy pequeño en su cabello.
En ese instante vio a alguien más on line
Era él.
No aquel que todos sabían y pensaban que era su mayor.
Este era su mayor realmente,lo mantenía escondido,apenas lo mostraba le costaba hablar de él la había lastimado de la manera más cruel.
Y jamás lo había tenido físicamente pero era su mayor decepción y aquí el único culpable era él.
O de eso se había convencido tras los años.
La virtualidad no podía contra esa distancia.
Todos hasta aquel al que ella le huía por "miserable" y el otro el "señor del tatuaje de niño" estaban ahí on line en ese maldito momento.
De su teclado no salió ni una coma.
Trato de no pensar en ninguno ni en aquel al que no le había aceptado la solicitud,ni en los bloqueados,ni en nadie.
Ninguno importaba,están lejos yo debo seguir y seguiré.Se dijo mentalmente era casi un mantra que repetía si algo así de excepcional ocurría.
Fue hasta su cajón de ropa interior y se quedó mirando con extraña dulzura a los conjuntos, escogió uno al azar y se lo puso no tenía nada especial solo que era de ella.
Y eso bastaba para hacerla sentir mejor de una manera incomprensible para muchos.
En el momento que abrochaba su corpiño su teléfono sonó.
Había llegado el deposito y por ende tenía que ir al banco.
Eran buenas noticias lo esperaba para la semana anterior pero a media tarde casi noche ...pensó pero iría hoy así mañana sólo quedaba lo otro.
Fue hasta su habitación tomo un jeans una camisa traslucida y sus botas y las llevo al escritorio.
Allí se puso sus medias negras ¡que placer tan sensual desarrollarlas en sus piernas!.
Casi erótico.
Luego de ese mínimo instante de seudo éxtasis se vistió a las apuradas sin embargo al ponerse los aros vio en su espejo que alguien abajo la miraba.
Era un hombre ni muy atlético ni dejado.
Promedio.
Miraba y fumaba.
Desviaba la mirada.
¿La espiaba?
No lo sabía,ni le importaba.
A la noche se lo comento a una amiga y ella le dijo:- ¿otra vez dejaste las cortinas abiertas? Esos tipos si te ven vestida no te reconocen.-
Y si era probable y rieron ambas.
Así empezó el juego casi siempre que Marilina salía de bañarse estaba aquel hombre fumando en la puerta del edificio de enfrente.
Ella si estaba de ánimo montaba show en su honor le gustaba tener el ego alto.
Y si era lo poco que había al alcance de su mano(porque ella no estiraba el brazo para agarrar algo mejor) estaba provisoriamente bien.
Semanas y hasta meses transcurrieron y nada.
Un día paso delante de él "EL ESPÍA" y no le dijo palabra no se atrevió solo dejo su aroma.
Que al día siguiente fue cambiado porque tenía una nueva fragancia que estrenar.
Era más dulce el perfume quizás para apaciguar las amarguras de su corazón.
Otra semana de baños sin programar y cigarrillos para él que coinciden.
Él miraba y fumaba.
Marilina se vestía apurada o bailaba un poco.
Se asomó a la ventana quería que él supiera que ella sabía pero ya no estaba.
Casi triste salió hizo sus cosas y regreso.
Al otro día lo cruzó él no dijo nada pero lo que sintió fue un temblor debajo de sus pies.
Estaban fuera de lugar.
Ni siquiera en la misma calle.
Él estaba en un mostrador y ella pasó delante de él sin notarlo a fumar afuera.
Era un sentimiento de culpa lo que sentía él,de enojo contra sí mismo,se axfisiaba,el corazón se aceleraba y paraba de tal manera que ni siquiera era una taquicardia cualquiera,era ella sin dudas la que provocaba ese temblor en un hombre tan recto como él.
Esa mujer:
Marilina.
Pero lo que él ignoraba era que ese lugar y ese momento eran los erróneos.
Bebió agua,tomo valor y fue a buscarla la encontró hablando con un hombre ella parecía tan feliz hablando con aquel sujeto,se veía tan espléndida,llena de vida y fulgor ahí la reconoció era la mujer del primer piso.
La eterna mojada.
"La sirena de la ducha" como le había puesto él.
Abatido miró le deseo internamente lo mejor y volvió a su lugar en la barra.
Nunca supo hasta hoy no lo sabe que aquel hombre era un pariente y que le había dado excelentes noticias y por eso Marilina irradiaba luz y felicidad.
LLevaba meses esperando esas noticias y ahora solo tendría que concentrarse en lo básico.
Aquel problema había desaparecido de su vida podría volver a descansar la mente.
Días pasaron sin que ella lo viera mirándola.
Pero en silencio en lo profundo de alguna parte de su mente la seguía viendo con su pariente.
Vestida,perfumada y con el cabello seco.
Marilina lo busca a veces con su eterno cigarrillo y es otro que es un cobarde o la uso por diversión.
No lo odia simplemente pasó a ser otro sin estar on line sin saber el nombre.
Tal vez si Marilina no hubiera causado esa sensación tan atroz él la habría buscado...
No lo sé.
Nada o muy poco sé de aquel seudo espía.
Como tampoco sé si Marilina lo dejaría derribar esas barreras que había puesto en su corazón.
No eran una prueba como años atrás para elegir solo a los héroes era para su protección.
Otra grieta y estaría muerta en vida de nuevo.
Al recordar las frases en español su mente y su corazón recordaron a aquel.
El infaltable.
El eterno le decían algunos.
Hasta el intocable.
Lo sabía lejos y ocupado pero bien o eso fingía.
Nadie pone en las redes sociales que está llorando.
Aunque ese hombre era la excepción.
Maldito-pensó- fuiste tan bello y hubieras sido más.
Pero yo no estaba lista y te fuiste.
Ahora le quitaba la culpa y se la atribuía.
Marilina era así hoy daba mañana quitaba no con todos pero si con él.
Para con él todo era diferente su orgullo la limitaba y aunque él sorteara los más fuertes ella no daba por completo el brazo a torcer.
Beso un azulejo en su honor y con ese beso dejó ir su recuerdo momentáneamente.
Siguió con otra fantasía era tan lindo,dulce a su manera,esquivo,intrigante siempre supo que en apariencia era fácil pero ese era el disfraz que ella más temía.
La forma de camuflarse con el ambiente de pasar desapercibidos esos hombres eran su talón de Aquiles.
Pero hoy por hoy ninguno le quitaba el sueño.
Nadie había en su corazón que le moviera el mundo.
Y eso si bien no le molestaba tampoco la hacía feliz.
Las noches eran rutinarias y hasta a veces aburridas en exceso.
-¿Que sería de aquel? -se preguntó.
Por las redes no iba a encontrar la respuesta.
Y era tan poco amigo de soltarse y decir todo que...
Recordó los momentos pasados a su lado y aún veía su culpa flotar por todos lados.
Dejó caer una lágrima beso otro azulejo y siguió cantando y moviéndose al compás de los chorros de agua y la música.
"Quería reconciliar la violencia en su corazón"
Con razón desde hacía un tiempo atrás le gustaba tanto esa banda.
Suspiro y se vio con sus amigas un hermoso grupo bailando bebiendo feliz.
Lo sabía posible pero difícil.
Bailo otro rato y decidió salir de la ducha.
Se secó cuidadosamente y fue a vestirse al escritorio.
La música era tan estimulante,ahora la lista de reproducción había cambiado de banda pero los acordes eran poderosos.
Adoraba bailar era como quitarse un peso de encima y hacía tanto que no lo hacía que casi montó un show mientras se pasaba cremas por las piernas.
De pronto vio la pantalla ahí estaban todos on line.
Y un par de los que ni siquiera se había acordado y los sintió lejos.
Poderosamente lejos.
Ella era un abismo y ya no les daría a ninguno de ellos una posibilidad de sacarla.
Estaba segura.
O eso se decía mientras los miraba.
-Que callados están babys,ok ustedes nunca ponen nada pero ni media foto nueva...no sé manejense ustedes que están grandes y yo tengo que estrenar un bello perfume.-
Tomó el perfume en su mano derecha y lo roció en varios estratégicos puntos;detrás de las orejas,entre sus senos,en sus hombros,en sus muñecas y un toque muy pequeño en su cabello.
En ese instante vio a alguien más on line
Era él.
No aquel que todos sabían y pensaban que era su mayor.
Este era su mayor realmente,lo mantenía escondido,apenas lo mostraba le costaba hablar de él la había lastimado de la manera más cruel.
Y jamás lo había tenido físicamente pero era su mayor decepción y aquí el único culpable era él.
O de eso se había convencido tras los años.
La virtualidad no podía contra esa distancia.
Todos hasta aquel al que ella le huía por "miserable" y el otro el "señor del tatuaje de niño" estaban ahí on line en ese maldito momento.
De su teclado no salió ni una coma.
Trato de no pensar en ninguno ni en aquel al que no le había aceptado la solicitud,ni en los bloqueados,ni en nadie.
Ninguno importaba,están lejos yo debo seguir y seguiré.Se dijo mentalmente era casi un mantra que repetía si algo así de excepcional ocurría.
Fue hasta su cajón de ropa interior y se quedó mirando con extraña dulzura a los conjuntos, escogió uno al azar y se lo puso no tenía nada especial solo que era de ella.
Y eso bastaba para hacerla sentir mejor de una manera incomprensible para muchos.
En el momento que abrochaba su corpiño su teléfono sonó.
Había llegado el deposito y por ende tenía que ir al banco.
Eran buenas noticias lo esperaba para la semana anterior pero a media tarde casi noche ...pensó pero iría hoy así mañana sólo quedaba lo otro.
Fue hasta su habitación tomo un jeans una camisa traslucida y sus botas y las llevo al escritorio.
Allí se puso sus medias negras ¡que placer tan sensual desarrollarlas en sus piernas!.
Casi erótico.
Luego de ese mínimo instante de seudo éxtasis se vistió a las apuradas sin embargo al ponerse los aros vio en su espejo que alguien abajo la miraba.
Era un hombre ni muy atlético ni dejado.
Promedio.
Miraba y fumaba.
Desviaba la mirada.
¿La espiaba?
No lo sabía,ni le importaba.
A la noche se lo comento a una amiga y ella le dijo:- ¿otra vez dejaste las cortinas abiertas? Esos tipos si te ven vestida no te reconocen.-
Y si era probable y rieron ambas.
Así empezó el juego casi siempre que Marilina salía de bañarse estaba aquel hombre fumando en la puerta del edificio de enfrente.
Ella si estaba de ánimo montaba show en su honor le gustaba tener el ego alto.
Y si era lo poco que había al alcance de su mano(porque ella no estiraba el brazo para agarrar algo mejor) estaba provisoriamente bien.
Semanas y hasta meses transcurrieron y nada.
Un día paso delante de él "EL ESPÍA" y no le dijo palabra no se atrevió solo dejo su aroma.
Que al día siguiente fue cambiado porque tenía una nueva fragancia que estrenar.
Era más dulce el perfume quizás para apaciguar las amarguras de su corazón.
Otra semana de baños sin programar y cigarrillos para él que coinciden.
Él miraba y fumaba.
Marilina se vestía apurada o bailaba un poco.
Se asomó a la ventana quería que él supiera que ella sabía pero ya no estaba.
Casi triste salió hizo sus cosas y regreso.
Al otro día lo cruzó él no dijo nada pero lo que sintió fue un temblor debajo de sus pies.
Estaban fuera de lugar.
Ni siquiera en la misma calle.
Él estaba en un mostrador y ella pasó delante de él sin notarlo a fumar afuera.
Era un sentimiento de culpa lo que sentía él,de enojo contra sí mismo,se axfisiaba,el corazón se aceleraba y paraba de tal manera que ni siquiera era una taquicardia cualquiera,era ella sin dudas la que provocaba ese temblor en un hombre tan recto como él.
Esa mujer:
Marilina.
Pero lo que él ignoraba era que ese lugar y ese momento eran los erróneos.
Bebió agua,tomo valor y fue a buscarla la encontró hablando con un hombre ella parecía tan feliz hablando con aquel sujeto,se veía tan espléndida,llena de vida y fulgor ahí la reconoció era la mujer del primer piso.
La eterna mojada.
"La sirena de la ducha" como le había puesto él.
Abatido miró le deseo internamente lo mejor y volvió a su lugar en la barra.
Nunca supo hasta hoy no lo sabe que aquel hombre era un pariente y que le había dado excelentes noticias y por eso Marilina irradiaba luz y felicidad.
LLevaba meses esperando esas noticias y ahora solo tendría que concentrarse en lo básico.
Aquel problema había desaparecido de su vida podría volver a descansar la mente.
Días pasaron sin que ella lo viera mirándola.
Pero en silencio en lo profundo de alguna parte de su mente la seguía viendo con su pariente.
Vestida,perfumada y con el cabello seco.
Marilina lo busca a veces con su eterno cigarrillo y es otro que es un cobarde o la uso por diversión.
No lo odia simplemente pasó a ser otro sin estar on line sin saber el nombre.
Tal vez si Marilina no hubiera causado esa sensación tan atroz él la habría buscado...
No lo sé.
Nada o muy poco sé de aquel seudo espía.
Como tampoco sé si Marilina lo dejaría derribar esas barreras que había puesto en su corazón.
No eran una prueba como años atrás para elegir solo a los héroes era para su protección.
Otra grieta y estaría muerta en vida de nuevo.
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