Quisiera preguntarte que te he hecho:para que lastimes así mis sentidos.
¿Acaso no sabes que el peregrino ha perdido su camino y casi sus piernas?.
Sí, es así empezó a suceder hace tres años si mi memoria no me falla.
Ese peregrino era también mi amante y tu te decides a adornarlo con palabras tristes y codiciosas cuando su recuerdo es para mi es imborrable pero omisible en mi vida.
Ahora que lo he superado tu lo citas.
Mi cuarto está en perfecto orden y no hay más ruido que estas palabras en mi mente;que retumban como un alarido en la noche fría.
Tómalo como una respuesta con menos ornamentos.
No pienso competir contigo ni ahora ni nunca.
Sería admitir que mi puesto está en peligro y no es así.
Tu tienes lo que quieres o crees tener o querer.
No lo sé.
Yo busco lo que merezco en las abismales profundidades de la poesía y prosa.
Mi fe está en orden y también lo están mis recuerdos...pero tu vienes a hablar de aquel y la sangre se enerva,yo también lo endiose y recuerda cómo terminé.
Mi cuerpo entero se siente herido por tus ornamentos hacía él.
Mi humanidad es podría decir sacrosanta como para que vengas a mancillarla así con palabras llenas de adornos cuál árbol de navidad en un shopping con esas palabras.
Yo nací de la poesía y nunca fui musa.
Solo un poema de un autor francés me describe y es un himno que tuvieron a bien dedicarme hace años otro amante fantasmal y sedentario e hizo de mi una explosión de letras nuevas como el peregrino cuando caía en mis brazos sediento.
Simplemente sin adornos yo soy el cáliz orgásmico de las letras nocturnas y ardientes,entre gemidos y libros.
Entre llantos y besos voraces.
De brisas y tempestades.
Soy una mujer simple y no soporto que me hieran así la vista...
Lo tuyo son palabras complicadas para decir ¿que quisiste decir?
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