Con sus treinta y pico de años a cuestas esta bella mujer argentina se sentía frustrada.
Algo le faltaba en su vida.
¿Amor? Tal vez si ...tal vez no...
Belleza muy poca quizás debería hacer un poco de gimnasia para mantener fuera la celulitis pero le importaba tan poco pues se veía bella tanto por fuera como por dentro.
Era inteligente,seductora,un poco acaudalada,digamos que vivía con pequeños placeres sin necesitar nada.
No poseía todo lo que quería pues para poseer todo lo que añoraba necesitaba más que sus siete apellidos y su rico e histórico árbol genealógico con todos sus antepasados y sus propiedades para satisfacer sus deseos más excéntricos.
Si,en efecto ella podía (pero no lo hacía) firmar con siete apellidos,pues descendía de un linaje importante e intrigante (condes,duques,marquesas,prelados de la Inquisición Romana,asesinos comunes,amantes de reyes,favoritos de reinas y demás)donde ella era la última,ella lo llevaba por la vida sin importancia,casi ni recordaba cuales eran sus otros seis apellidos pues había sido anotada con ellos al nacer pero al comenzar el colegio sus padres decidieron dejarle solo el paterno que era ni muy corto ni muy largo ni común ni extraño pero también era único y de ese apellido también era la última.
Por donde se buscará si ella no tenía un hijo y le daba su apellido esa sangre de siglos sería enterrada con ella.
Le importaba tan poco que apenas lo recordaba y solo le dolía pensar no haber vivido en otra época para poder vestir esos vestidos con extensas colas y volados y haber brillado en las pistas de los palacios.
Pero ahora encontramos a Mesalina con treinta y pico años hermosa,alta,de un tono de piel casi de porcelana, unos ojos negros como la noche más oscura,que ella solía decir que eran como su alma antes de conocer a su amor literario,una nariz que si bien tenía el tabique torcido era hermosa a su manera,una boca de color de cereza,unos senos pequeños que cabían justo en las palmas de las manos de un hombre robusto,una cintura de avispa,unas piernas quizás un poco descuidadas que en otra época fueron armas de seducción irresistibles,unos pies demasiado grandes para su gusto y su femineidad, extendida sobre su alfombra persa jugueteando con sus piernas y brazos.
Era casi una danza involuntaria,ejercía esos movimientos sin darse cuenta,hasta que empezaba a dibujar extrañas formas con sus brazos y su cuello de cisne ahí luego de un rato "volvía" a la realidad luego de haberse contemplado en los espejos que la rodeaban.
Era común en Mesalina ese tipo de cosas pero ahora mientras dibujaba en el aire con su mano derecha hizo un dibujo extravagante era una rosa con un tallo largo y una especie de raíz circular.
Raro en ella motivos florales ya que solo le gustaban las rosas azules y era totalmente antipática a las plantas.
Se sentía frustrada y sin duda por eso dibujaba en el aire formas con ese sentido.
Su frustración era grande.
Había querido trabajar este año en una radio y el puesto le fue negado por causas confusas.
Quiso actuar para una compañia de teatro pequeña pero el papel le pareció inapropiado para ella que estaba acostumbrada a ser la malvada y esta obra no tenía nada de eso.
No era teatro real y ella era "Lady Macbeth" desde sus comienzos y por su elección.
También Leonidas se había marchado del continente americano dejando en ella una herida que ahora empezaba a cicatrizar de a poco cuando él desaparecía o ella lo sabía feliz.
Leonidas la había "utilizado" a veces como su psicóloga le contaba al principio de su relación sobre una amante de él que no lo tomaba en serio y Mesalina la odiaba por dentro a pesar que le decía a Leonidas cosas como:"Ay papi todo eso se resuelve." y demás frases falsas que si Leonidas hubiera visto lo que decían los ojos de Mesalina hubiera huido despavorido.
Ya que no eran ojos eran dos lanza llamas mortales cuando oía de "esa" pues nunca la nombraba o era "esa chica" o la chica esta" jamás supo su nombre hasta que un mal día encontró su perfil en las redes y sus fotos le parecieron asquerosas sus posts dignos de una anarquista sin sentido común,sus opiniones sobre música repugnante y su concepto del arte realmente deplorable.
Ella orgullosa de ser venezolana y Mesalina amaba tanto la cultura de su país de su Buenos Aires querido.
La extranjera amaba los tatuajes y los peircings Mesalina jamás hubiera mancillado así su cuerpo.
Mesalina con sus rulos negros y aquella con su falso tinte rojo.
Eran tan distintas y sin querer el destino las había puesto en contra ya que una había hecho sufrir a Leonidas y la otra habido sufrido por él.
Ahora completamente frustrada sin encontrar un sentido a su frustración Mesalina seguía dibujando en el aire con sus brazos motivos florales.
Pero esa "rosa" se repetía una y otra vez.
La imagina en azul y trataba de darle detalles que no combinaban y eso la ponía de peor humor.
Hasta que cerro y abrió sus ojos en un parpadeo obligado para salir de esa rosa.
Se puso de pie y estiro todas sus extremidades y salió al balcón sin recordar que estaba desnuda (Mesalina odiaba tener que estar vestida para estar en su casa) sin embargo amaba la ropa,los vestidos con la espalda descubierta y largos,los sombreros,el maquillaje,los zapatos de tacos y las botas pero para estar en su casa sin visitas la desnudez era su mayor placer tanto en invierno como en verano,dormía desnuda sobre sus sábanas de mil hilos.
En su balcón Mesalina sintió una sensación extraña,como un escalofrío y luego un asco se apodero de ella.
Sentía nauseas,la cabeza le ardía,su respiración se agitaba y todo la confundía más.
Era el aire estaba viciado.
Como si una nube tóxica hubiera caído encima de ella.
Se puso su eterna bata blanca y se quejo a los vecinos (esos inútiles chismosos) y solo le dijeron que ellos no sentían nada.
¿Entonces que era?
No podía ser producto de su imaginación si bien poderosa jamás le jugaría semejante truco y tan perverso.
Se sirvió un vaso de jugo de limón y las nauseas desaparecieron pero ella seguía sintiendo ese aroma pérfido que no podía localizar.
Estaba instalado en su nariz en su cuerpo en su cama en su baño en su zona.
Donde quiera que Mesalina iba el aroma repulsivo la perseguía.
Era una sombra tras ella.
Una de esas sombras que no se ven pero se sienten en este caso puntual se huelen.
Pasaron semanas y Mesalina seguía frustrada y sintiendo esa peste.
Llego a pensar que era su propia decadencia.
Ya que con ella morían siete apellidos y ella no dejaba más que sus extravagancias entre ellas sus actuaciones,sus bailes,sus medallas de equitación,sus escritos,sus estudios sobre la antigüedad,sus tesis sobre dioses y héroes.
¿Tendría que darle un giro tan brusco a su vida?-Se preguntaba- para quitarme esta carne que se pudre -mientras se arañaba su piel en un vano intento de entender.
Recordó la rosa azul aquella que había dibujado en el aire y la trazo a lápiz sobre una hoja cualquiera,no era una rosa era más bien una flor china con una raíz doble que se enlazaba como una serpiente.
La escaneo.
Y la busco en internet.
Con los ojos llenos de ira y la boca mordida y casi sangrante se quedo estupefacta frente al monitor la sin nombre,la odiada,la venezolana tenía ese tatuaje en un brazo era hecho recientemente y eran dos flores azules en lugar de una pero ahí no paraba la tortura de Mesalina aquella "perra tatuada" como la había apodado Mesalina por una cruz muy de presidiario que llevaba tatuada en la espalda desde que la encontró ahora la extranjera estaba en su país buscando un actor y no solo estaba en su país sino que estaba en su barrio.
Con la boca sangrando por la herida que sus propios dientes causaron Mesalina no creía lo que leía.
-¡"La perra tatuada" en mi barrio a cuadras de mi,con ese dibujo que yo cree,buscando un actor.!-Grito Mesalina-Dios ella esta viviendo mi vida,todo lo que quiero ella lo hace o lo tiene,empezó con Leonidas y ahora esta acá de nuevo y más cerca,tanto que huelo su carne insípida,su rojizo y falso cabello,sus pecas su tinta por sangre,la presunción de sus dos apellidos,todo.-
Los días siguientes fueron horribles para cualquier ser que se acercara a Mesalina.
Estaba fuera de sí.
Sintiendo que su frustración era enorme y que ese olor era la tinta que corría por las venas de la intrusa.
Ella era la intrusa, no Mesalina.
Mesalina había nacido en Buenos Aires en ese barrio, la venezolana no y caminaba por las calles y contaminaba todo a su paso.
-Seguramente pasó por mi casa aquel día y dejo ese vaho hediondo que me influencio a crear la flor.
Y ella la luce en su brazo.-
Se repetía una y otra vez Mesalina.
En su mente la veía muerta de mil formas diferentes.
Ahora era una mujer frustrada e iracunda.
Un ser de temer.
Una noche se vistió a regañadientes y fue a una fiesta de gala a la cuál la la habían invitado.
Se sentía hermosa y se tomo fotos en desde varios ángulos en diferentes lugares del salón.
Era una ególatra admitida.
Pero a pesar de su maquillaje,su vestido azul opaco sin espalda y sus tacos y de sentirse bella y exquisita aquel olor era cada vez más fuerte y nauseabundo.
Al pasar la noche uno de los anfitriones presento a Mesalina con Yasmín.
Yasmín alías la perra tatuada.
Se la presento como la sensación,la mujer éxito.
Mesalina bebió un trago de su copa y saludo a aquella intrusa.
Cruzaron dos o tres palabras de cortesía pero en nada estaban de acuerdo y no era momento para discutir así que ambas tomaron diferentes caminos en la fiesta.
Hasta que una mujer conocida en sociedad comenzó a hablar a Mesalina sobre lo maravillosa que era Yasmín pero resalto que el vestido no le favorecía en nada con esos tatuajes y demás a lo que Mesalina respondió:-Es sacrificar la piel en honor al arte de la ridiculez extrema.-
Y todos rieron.
Yasmin oyó las carcajadas y se acerco a refutar sus argumentos a algunos les parecían sólidos a otros absurdos.
Mientras la gente de la fiesta discutía los pro y los contras de los tatuajes Mesalina devoraba con la mirada a Yasmín su poca gracia,su cruz en la espalda al mejor estilo de un preso,su flor china en su brazo y demás sentía el olor contaminante impregnado en su nariz.
Yasmín también había empezado a odiar a Mesalina cuando le dijeron que ella era una actriz suprema solo que era muy refinada y siempre actuaba los papeles de la malvada.
Que desde niña era la mimada en la sociedad por sus medallas por saltos en su yegua "Presumida" que siempre fue una excelente amazona desde muy niña,que en el hípico Mesalina siempre era la estrella aún desde antes de hablar que su sangre era tan azul como su vestido dijo un hombre maduro al oído de Yasmín.
Era una pena que ahora se hubiera encerrado tanto en si misma ya que Mesalina siempre había sido el alma de la fiesta.
Su origen noble,su porte único,su belleza natural,su gracia digna de una princesa de tiempos remotos y etc.
Yasmín sonrió con desprecio a su interlocutor y fue al baño donde Mesalina estaba.
Al ver a Mesalina Yasmín le dijo:¿Así que eres la malvada de el teatro?
-Si-
-¿Has actuado mucho en tu vida?-
-Ay pequeña no tienes sangre en las venas llevas tinta china de la peor calidad eso te hace inferior a mi,tanto que no sabes que la vida es un gran teatro.-Respondió Mesalina con todo su odio.
Yasmín sintió el golpe bajo y solo susurro :-Veremos.-
Y se marcho del baño rumbo a la fiesta.
La fiesta continuo como si nada hubiese ocurrido para todos los convidados pero para Mesalina y Yasím jamás retomaría su curso.
Se miraban con desprecio,se mostraban reacias a hablar entre ellas.
Y la fiesta empezó a terminar.
Mesalina y Yasmín se miraban con odio.
Al pasar al lado de Mesalina Yasmín dejo caer un trozo de servilleta que tenía escrito una única frase: Te espero en la entrada al final de esta pantomina.
Mesalina leyó y acepto con una caída de ojos.
Allí en la puerta de entrada Mesalina miraba la exquisitez de sus anillos cuando Yasmín salió semi borracha y riendo a carcajada limpia con un grupo de amigos similares a ella.
Mesalina pensó:es más vulgar de lo que yo imaginaba.
Yasmín al ver el gesto de desprecio de Mesalina se separó de su grupo de amigos y se acerco a Mesalina quien como un lobo al acecho la miraba.
-¿Quieres mostrarme el cuadro ese que dicen tienes en tu morada?Yo soy una artista nata si bien diferimos en gustos quisiera ver ese original para realmente sacarte la careta ante todo el mundo.-
-¿A mi casa,a ver mi Monet?¿Segura que quieres eso?-
-Si,sé reconocer un original de una copia y el tuyo es una copia y quiero que todos lo sepan.-
-Perfecto solo que nada podrás decir,pero si vamos.-
Mesalina iba a pedir un auto cuando Yasmín la detuvo para decirle que irían en su auto solo a condición de que Mesalina fuera atrás.
Mesalina respondió que encantada viajaría atrás.Ya que siempre tuvo choferes en su vida.
Del salón a la casa de Mesalina había veinte minutos los cuales Mesalina se la paso mirando y despreciando la cruz en la espalda de Yasmín.
Al llegar subieron hasta el piso de Mesalina e ingresaron a su departamento muy delicadamente Mesalina la guío hasta la biblioteca donde tenía aquel famoso cuadro y mientras Yasmín miraba y miraba y hasta lo descolgaba Mesalina fue a la cocina en busca de una botella de champagne para convidar a su invitada pero en el trayecto vio los cuchillos y la idea fue terrible.
Llevo el champagne y las copas pero no un cuchillo sino un bisturí escondido entre el balde de hielo.
Con fingida amabilidad le extendió una copa a Yasmín de champagne la cuál la acepto también con fingida amabilidad.
-¿Y es falso el Monet?-
Yasmín se retorció de ira y dijo:No.
-Lo sabía-
-Yo también-
-¿Y para que esta burda historia odiada Yasmin?.-
-Quería saber de ti,me han hablado mucho de la "niña mimada de la sociedad argentina"-
-Yo, aquí me tienes,la prodigiosa,la belleza sutil,la dulzura disfrazada.-
Respondió Mesalina mostrandose entera y dando una vuelta al mejor estilo modelo.
-¿Sabes que significa mi apellido?-
-No,gracias no me meto en historia venezolana.-
-¡De pie! Significa de pie,de pie contra el mundo es mi lema de vida.-
Y se lanzo hacía Mesalina pero el alcohol le hizo fallar el golpe y Mesalina la tomo con asco e ira entre sus brazos y la mantuvo dominada,mientras Yasmín gritaba Mesalina le arranco un pedazo de bretel de su vestido y la amordazo.
Con el otro bretel le ato las manos.
La miro y extrajo de el balde el bisturí.
-De pie perfecto Yasmín moriras de pie . Es la cruz que has cargado toda tu miserable vida yo te libraré de ella -
Yasmín empezaba a soltarse cuando Mesalina le coloco sobre su nariz un pañuelo de satén embebido en cloroforno que había preparado en la bodega.
Con el extremo del bretel que inmovilizaba sus manos la paro y la colgó del mismo clavo donde colgaba el Monet.
Así con el bisturí en mano trazo sobre Yasmín aquella cruz tan horrible y dejo que se desangrara hasta la muerte.
Mesalina miro todo el proceso y realmente lo disfruto.
Aunque haber tocado esa piel le daba asco ver como salía sangre de aquella intrusa la admiraba ella estaba segura que saldría tinta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario