"Amargo como la miel"

Los hombres tienen algo que llaman"apetito" por ser delicados o sea quieren sexo.
Experiencias nuevas.
Igual que nosotras las mujeres.
Y en busca de saciar aquel peculiar apetito fue Fidel. 
Cambio lo casi seguro,conocido,bello,suave,la benevolencia,todo lo que aún no llegaba a conocer pero sabía que existía por una abeja.
Y le digo abeja porque apariencia como Honey Queen la miró de arriba abajo,la midió con su vara mental pero esta mujer hasta ese momento desconocida le hablo tan sexualmente que él era una niño a su lado.
Le ofreció tantas cosas,tantas aventuras sexuales que fue en busca de la Reina de La Miel.
Para ser un encuentro sexual fue bueno seguramente pero desde el principio mi ojo experto decía "muy vulgar".
"Demasiado vulgar y en muchas cosas"
Y no me equivoque Fidel paso de tratarla como una Reina a no tratarla e insultar con ella a todo el género femenino en menos de tres días.
¡Batió su propio récord!
Fue simple: esta Reina falsa de un panal mediocre y casi inexistente le dio su cuerpo pero no tenía nada más que ofrecer.
No había miel en su piel,no era dulce,no era tersa,no era suave:era amarga.
Degradandente.
Miserable.
Le dolió fue como pegarse de cara a la puerta.
Una herida más en un corazón que está cansado de sufrir desengaños.
Y allí va con otro desengaño más,otra herida,otro "estaba equivocado"y otro"soy un estúpido".
Pero esta miel que probó yo lo viví y me dio asco...
Lloré tanto esa noche que tengo miedo de haberlo "soltado" mientras trataba de apaciguar mis lágrimas.
Ahora que no hay espacio seguro.
Ahora que el mundo está peor que nunca.
Ahora que todo queda lejos...
Veo con más claridad lo amarga que puede ser una miel así.
Tan rudimentaria,tan fácil,sin representar ningún acto heroico ni seductor de su parte.
Dando el cuerpo de avispa. Y ahora me corrijo y escribo "avispa" porque me parece más adecuado para esta hembra en celo,exhibicionista,cazadora de hombres con billetes.
Fidel que nunca había pagado por sexo seguro tambien noto eso.
Estar con la avispa era como estar con una mujer del oficio más antiguo. 
Seguramente no quería efectivo pero favores como viaje,etcs;seguro.
Fue tan simple que pareció un juego y en parte seguro Fidel lo tomo como tal.
Ella escribía dulce y empalagosa sensual y sexual y se vieron.
Luego no soporto y la mostró al mundo.
Ahí yo descendí a mi abismo. 
Y sin quererlo él descendió conmigo.
Nada había en dulce,nada más que un momento de euforia,que se rompió con el chasquido de unos dedos que no se pegaban con la miel.
Y la llamo avispa porque abeja de laboriosa le vi tan poco...
Y por su cuerpo muy de avispa.
Cara redonda,senos protuberantes cintura demasiado apretada (fingida)y hasta ahí logre ver y realmente hasta recordarla me causa una sensación que no puedo explicar.
Cosa rara en el gusto de Fidel pero...el apetito lo cegó para desgracia de muchos no solo de él.
Una Falsa Reina de un panal de meros peones ...ahí hay varios.
Picados por esta mujer amarga como la miel.
Que solo puede dar su sexo.
Y es lo que todos quieren al final.
Porque las pensantes causamos problemas.
Las escritoras somos mentirosas.
Y tantos prejuicios más.
Este mundo va de mal en peor.
Todo se encuentra tan malditamente mezclado que todo representa una trampa para mis ojos.
Siempre una parte de mi tuvo miedo pero la había disimulado con mucho esfuerzo.
Hoy con este sabor amargo en el aire (que no es exclusivamente por la avispa,ella es una del montón que si le dedico estas palabras es porque estoy aburrida) con este dolor que se escucha a lo lejos,con la luna que se esconde y no quiere salir a verme y yo a ella tampoco.
Hoy con este revuelto en el estómago tan tácitamente inquietante.
Con estos horarios cambiados al extremo.
Con mi mundo y el mundo de cabeza quiero gritar tu nombre en la oscuridad y que seas mi héroe y me rescates vos a mi.
No al revés.
Lo dulce te resultó amargo.
A mi me empalago desde siempre.
No abrigo muchas esperanzas pero el sentimiento está junto al dolor en una cajita de cristal que guardo en mi imaginación al lado de mi corazón,es tan frágil...
Como lo fui yo alguna vez...