Le gritaron por la avenida atestada de gente a Delfina.
En ese momento lo tomo como un cumplido diferente,pero no indeseable.
No era raro que cuando ella caminará las miradas fueran soeces y los halagos groseros.
El barrio,la ciudad, puede que su engreimiento al andar también afectará,pero estaba acostumbrada aunque no por ello le gustaran.
Solo los soportaba si estaba sin animo de hacerle frente al vulgar ya si tenía el genio cruzado y la frase era muy grosera ....pobre de el hombre que la había dicho.
Delfina variaba de animo según el día.
Según ella no podía "reinventarse" todas las mañanas después de despertarse.
Además si hacía eso podía llegar a perder su esencia única y exclusiva de depredadora y eso le costaría la vida.
Era voraz.
Temible e incomprendida.
Caía en depresiones por causas ajenas.
Cargaba mochilas ajenas.
Y el peso a veces era demasiado para ella.
Y caía, caía,caía en barrancos negros y profundos.
Días o semanas después de ser consumida por una intensa ira y un breve a veces llanto resurgía más exquisita que nunca; si alguien había notado su ausencia lo explicaba con un simple:-Estaba mal,ya estoy bien.-
Muchos se habían acostumbrado a esas semis ausencias estaba pero no, estaba leía y respondía en modo automático.
Escribía automáticamente sus sentimientos pero no podía con ellos.
Su mundo cambiaba constantemente y no siempre para bien y eso ya la tenía cansada.
Muchas noches se quedaba viendo el techo y pensando ...en nada.
Su burbuja se había terminado de reventar este año.
Ni de eso se podía agarrar.
El pasado era una etapa cerrada.
Triste y hermosa como toda historia que a ella le gustara.
Había sangre o dolor y belleza.
Sus gustos eran ¿como decirlo?
Mejor explicar algunos: al mismo tiempo que deseaba que el mundo entero colapse bailaba semidesnuda una opera por su casa.
Se tendía cuan larga era en un sofá a imaginar mundos paralelos que dolieran menos.
Viajes exóticos en compañía.
Se maquillaba la tez de una tonalidad marfileña de colores muy pálidos,se delineaba los ojos de negro y luego remataba con un labial oscuro y apetecible como un vino.
Dejaba que las ondas de su cabello estuvieran mojadas lo más posible y una vez secas solo las corría hacía atrás para luego jugar presumidamente con ellas.
A veces como imaginando que su mano no era su mano tomaba su mentón y subía sus labios y besaba al aire.
Otras apoyaba su cabeza en la almohada y miraba el vacío en su cama.
Era un vacío grato casi siempre muy pocas veces lo veía como una ausencia más.
Y así miles de "manías" aumentadas por el transcurso de estos últimos años.
Lloraba si se decidía a hacerlo escuchando tangos y/o rock alternativo,de vez en cuando encontraba en una letra parte de su pesar y eso no era ni un alivio ni nada.
Era simplemente eso.
Su pesar.
Cantado por otra persona,sentido por alguien más.
Se frustraba y cansaba con facilidad y para su desgracia estas sensaciones tan horrendas pasaban muy seguido y ella seguía cayendo.
Caía.
Caía.
Caía.
Pero luego de "renacer" volvía a ser la de siempre,jovial,descarriada,perseverante,luchadora,quejosa,caprichosa,insaciable,sensual,narcisista,arrogante,misteriosa...
Ese estado era realmente "SU ESTADO" su luz no iluminaba el mundo;lo hacía arder en llamas.
-La intensidad de mi luz es tan fuerte que es demasiado para este pobre mundo de humanos por eso yo habito en lo etéreo.-
Dijo una vez al pasar mientras bailaba, la frase le gusto tanto que la modificaba según su humor.
-Mi luz es negra como mis palabras,lo sé.-
-Mi luz es mi yo.
Y ambos estamos muriendo.-
Si había una persona en toda esta gran tierra que fuera fatalista en extremo era ella.
Tan acostumbrada estaba a sus abismos que sin darse cuenta y por estar en automático gritaba que añoraba el dolor,cuando lo único que quería era que el dolor finalizará de una maldita vez.
Pocas personas la reconocían en estos estados y menos aún la ayudaban.
Siempre había una persona que a la cuál ella no daba ningún poder,más bien lo contrario, esa persona los tenía todos.
Y la salvaba.
Tampoco pedía auxilio y si lo hacía se arrepentía terriblemente.
En tan pocas las personas en quienes confiaba.
Tanto la había lastimado el mundo que a veces por más fuerte que se sintiera una palabra,un gesto,aun detalle diminuto la hacían estallar en lágrimas o en risas.
La ternura la guardaba muy oculto y pocos eran los afortunados de conocerla en su forma tierna.
Se había convertido en un ser extraño,agresivo en defensa propia según sus argumentos,terco,miedoso,fuerte,sensible en extremo,excéntrico,de visiones poderosas,de sueños reales,de utopías complicadas,de tanto y de nada al mismo tiempo.
Delfina distribuía poderes al hombre como si fuese una diosa de tiempos remotos.
Lo transformaba en un titan y héroe para luchar contra todo y todos para llegar a ella.
Hasta que se aburría y como había dado ese poder con la misma gracia se lo arrebataba sin decir una palabra.
De pronto nada era importante y su corazón se cerraba y no quería saber ni oír nada sobre aquel hombre.
Así caían "Hércules" del siglo veintiuno.
De tanto miraba y algo no le gustaba y antes de caer se aferraba a una tarea para ocupar el cuerpo y depurar la mente.
Si era una limpieza la hacía de una manera que tardará todo un fin de semana para no pensar,para no sentir para depurar el alma y el corazón.
-Era una manera positiva de hacerlo todo de una vez.-
Explicaba ella.
Se preparaba para dormir todo un rito nocturno que se había forjado y disfrutaba la feminidad de casi todos los actos.
Caminó hasta su cuarto y se lanzo a la cama pero no a la cabecera como siempre sino a los pies y de pronto una palabra vino a su mente:
Mariposa.
-Jajajaja ese idiota me trata de mariposa a mi que soy una fiera de ataque.-
Dijo sonriendo sarcásticamente.
Su sarcasmo,su ironía,su a veces impiedad eran lo suficientemente letales para muchos.
Y eran sus más usadas armas.
-¡Mariposa! a mi que soy casi un fénix,lo estúpido del humano tratando de halagar ahí esta bien claro.
Si ese don nadie supiera a quien le dijo mariposa ...me agarro desprevenida,estoy cansada y no quise armar revuelo.
Mariposa ¿sería del campo?.
Que idiotez.-
-Mariposa ...no me gusta.-
Y se irguió sobre la cama de rodillas.
La palabra retumbaba como un tambor en su cabeza.
Mariposa.
Mariposa.
Mariposa.
El que le había dicho así no era conocido para ella si bien no era buena fisonomista y de haberlo visto muy por arriba no era alguien de su pasado.
¿De su futuro?
Destino.
Cruel palabra que trataba de evitar a toda costa.
Destino.
Mariposa.
Destino.
Mariposa.
La vida de las mariposas es breve las hay exóticas y muy bellas.
Pero es breve.
Una semana o por ahí no recordaba bien y no tenía ganas de investigar.
Era tarde.
¿Delfina la cruel,la auto destructiva,la trágica,la negativa era una mariposa?
¿Delfina la narcisista,la extravagante,la inalcanzable,la siempre sedienta de sangre,la incongruente,la terca,el misterio hecho mujer era una mariposa?
Le gustaba volar,si.
Su mente la llevaba a lugares que solo ella podía imaginar y no sentirse loca.
Pero las mariposas son tan frágiles.
-¿Cuantas veces he visto niños o he leído sobre niños atrapando mariposas?-
Se pregunto.
Miro la almohada y la abrazo con sus brazos y sus piernas como si fuera a consolarla siendo un hombre.
También eso era típico había hecho de su almohada su amante y confesor,pero no su hombre.
Mariposa.
Destino.
-¿A mi me vendrá a cazar algún "niño"?-
-No,no quiero.
Por favor si no es el indicado no me dejes caer en semejante error.-
Imploro a la almohada.
¿O ya no soy tan fuerte como una loba?-
Miró su cuerpo la edad no la había afectado de manera drástica quizá tendría una arruga por el mal dormir nueva pero lo demás estaba igual.-
Y empezó a caer en su abismo.
Negro.
Temerosa.
Inútil como una niña que se tapa los ojos en la oscuridad se sentía.
Un ruido un "algo" la detuvo a medio abismo y la saco de ese tormento.
Magia.
Divina.
Única.
Salvadora.
Luego de ese lapsus se durmió tranquila.
Al día siguiente se dijo las mariposas vuelan y las hay reinas.
Sonrió seductoramente y sarcásticamente al espejo contenta por su apariencia femenina y salió a la calle sin un destino fijo por primera vez
en varios meses y se detuvo a descansar en el caos de la ciudad.
Ahí volvió a sentirse invencible.
La mariposa era muy sutil para compararla con ella.
Ella era todo lo opuesto a una mariposa con su falda corta,sus botas altas,su torso ligeramente expuesto,su bucles sin haber usado jamás un rizador,su maquillaje y sus ojos llameantes no había rastro de mariposa alguna.
En ese momento...
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