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domingo, 10 de mayo de 2015

"Aquí espero"

Aquí tras una larga jornada de quehaceres domésticos que detesto pero que logro terminar a fuerzas de canciones alegres espero.
Sentada.
De pie.
Acostada.
Bailando.
Desnuda.
Vestida de entre casa.
Arreglada con mis mejores galas.
Solo con una bata blanca de seda y encaje y un pañuelo atado a garganta.
Espero.
Al principio creí que esperaba al príncipe que he creado en base a ti.
Ahora que me he quitado la venda de los ojos creo que espero al hombre que no he inventado.
Aquel ser extraño que aún no logro entender.
A él creo estar esperando.
De todas esas maneras,con todas esas variaciones de ropa o sin ropa a él espero.
Tantas veces he imaginado lo que diré cuando lo vea que tengo certeza absoluta de que cuando llegue por mi empezaré a temblar y no diré nada de las palabras que he imaginado decirle y quedaré muda e indefensa, mis armas más letales son las palabras.
Ellas me permiten crear y destruir a mi antojo y voluntad según el momento.
Ansío terriblemente que venga a mi.
Lo espero.
Lo preciso.
Durante las mañanas busco y busco un signo de su paradero y nada encuentro.
En las noches a esta hora vislumbro una señal pequeñita y débil de él.
Que luego desaparece,se disipa tan pronto como la reconozco.
El príncipe aquel que marcho ha muerto.
De una manera triste y desmerecedora. 
Yo lo imaginaba morir (en realidad solo quería morir a su lado de cualquier forma) arriba de su caballo mecánico rompiendo el viento,destrozando límites,despedazando la calma,destruyendo mundos,aniquilando distancias.
Pero repito murió de una manera triste y diferente que no quiero recordar.
Por lo menos lo que yo más amaba de él ha muerto y por eso no lo espero.
Ademas sería tan cruel esa espera que por mi propio bien he decido no esperarlo más.
Jamás volverá aquél príncipe.
Pero espero a otro.
No a cualquiera.
Simplemente otro.
Me acerco a la ventana para darle drama a esta escena,quiero ver que pasa en el mundo exterior; en mitad de cuadra una niña juega a la rayuela que linda y tierna -pienso para mi- pero si la miro con detenimiento no juega a la rayuela esta parada en un pie sobre el número cinco y llora porque no puede alcanzar el cielo.
Paso de ser linda y tierna a ser una pobre esclava de números entre la tierra y el cielo.
Me parece conocida esa niña  pero no quiero entrar en detalles ni recordar.
Mi mente esta lenta porque espera.
Y no quiero perturbar esta espera con la duda de la niña y la rayuela,como tampoco quiero saber quien es la sombra que se cuelga de un árbol y me mira fijamente.
Cierro la ventana y me recuesto a pensar:
¿A mi alrededor todo es tristeza?
¿Yo lo transformo en algo triste?
No, es el mundo que cada día se torna más gris que el anterior.
No es mi culpa.
Esa culpa de todos por ende mía también.
Mía y de mi espera.
Tal vez debería dejar de esperar al hombre y empezar a buscarme a mi misma.
Pero no me he perdido y las veces que lo he hecho tardé lo suficiente como para aprender el camino de memoria.
Necesito esperar ...
El hombre que espero es pasión,es calma,es lujuria,es alegría,es aventura,es nostalgia,es desesperación,es paz,es salvación y tantas cosas más.
¿Es hombre?
Si, lleva el cuerpo de un hombre.
De sexo masculino.
Es una tierna mezcla de mi esperanza.
Pero yo no lo cree.
Solo le atribuyo poderes sobre mi y lo espero.
Porque soy tan orgullosa que quiero que él me salve como si yo fuera una princesa encerrada en una  torre.
Porque mi orgullo no me permite decir que lo espero desde hace años.
Porque mi orgullo es femenino.
Y no me deja  decir que él no solo es hombre sino que también es vida,esperanza,es seguridad...
Quizás esperar al hombre no sea lo correcto ya que lo que en realidad  espero es la libertad,la paz,la vida completa,la lujuria sin limites,la calma sin soledades.
Espero sentada,acostada,apagando un cigarrillo,bailando,escribiendo esto espero...
Espero poder vivir mi vida sin estorbos y sin estorbar.
Espero con certeza espero.
Sé que no es un sueño es una realidad que debo aceptar y que para aceptarla por completo necesito esconderme en la espera de un hombre-sueño.







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