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viernes, 31 de mayo de 2024

"Mi despedida"

 Hoy, porque tarde o temprano lo iba a hacer, hoy te digo: “Adiós” aunque ya hace mucho que no estás, hoy me deshago de tus recuerdos húmedos y de tus manos tranquilas y de tus miradas tiernas; y tus dulces palabras como si me desnudaran.
Primero tus palabras como un abrigo me quito luego tus tiernos besos como una camisa botón a botón beso a beso, con un largo suspiro en nombre de los gemidos que me has arrancado bajo la cremallera de mis botas largas luego tomo tu más atrevida y privada me acaricias y me los bajo como mis jeans mientras recuerdo esas manos, cuando me las quito por completo me muerdo el labio inferior con un gesto apetitoso y masajeo mis pies incluso con calcetines y me los quito en honor a tu masajes. 
Sigo mis largas y esbeltas piernas con una tierna caricia hasta mi espalda y te recuerdo recostado encima de mí besándome.
¡Eras tan  inquieto!
Admito que fue un placer que fueras así.
Toco mi cuello y como tus recuerdos son fuertemente sensuales, me quito el collar y en honor a esos recuerdos.
Como tu virilidad es fuerte y todos estos recuerdos deben desaparecer ahora porque así lo decido.
Quizás descansaré en ellos algún día tormentoso y solitario... pero aún no he decidido el propósito de conservarlos.
Quizás seas otra presa...
Un adorno en la pared.
Otro fiel súbdito del vampirismo convertido por el encanto de mi piel de alabastro.
Jajaja
Pongo mi mano derecha sobre mi pecho y allí respiro:
 Inhalo y exhalo inconscientemente, cierro los ojos y todo tu se para frente a mí.
¿Quién hubiera pensado que causarías tal efecto?
Eras más fuerte de lo que parecías, lo noté enseguida pero lo negaste y fingí creerlo.
Es un don femenino mentir bien. No fue con malas intenciones o tal vez fue para evitar una discusión muy teórica y nada práctica, tal vez ese tipo de sinceridad nos hubiera destruido.
Aquello que fuimos
Y nunca quise imponer nada. 
Pero tú... impones tu presencia ante mis ojos cerrados y mi cuerpo casi desnudo y quieres tomar mi mano.
No, voy a girar la cabeza, me paso la mano por todo el cráneo tocando mi cabello que antes se enredaba en ti con otro gesto coqueto y me doy cuenta que me molesta el cabello y lo arreglo en un rodete.
Y fijo mi mirada en la tuya y me libero del corpiño y su encaje.
Así, casi despojada de tus recuerdos, de tu nombre y de mi ropa, me encuentro más libre.
Rápidamente aprendí todo lo que tenía para mostrarte sobre nosotros mismos.
Nada más y nada menos. 
No te culpo, creo...
Incluso te diría que esperaba un final más triste, ¿debería agradecerte eso?
 Todavía no lo haré, no sé dónde hacerlo y aquí estás en mi "mundo" y nada de lo que diga tu presencia mirándome casi desnuda me hará decir o hacer algo que no quiero.
Mis reglas.
Y necesitas tanto para ser un buen villano... que ni siquiera con el apoyo de mi psique lo lograrías.
Al final, siempre soy yo la cruel.
Me gusta ganar debates y eres bastante predecible.
Aprendí a leerte muy bien...
Sacaste a relucir una parte de mí que creía perdida y te complací más allá de mis recuerdos.
Habríamos sido algo más pero te fuiste; Tú caíste en la trampa y yo no.
Apuestas por lo seguro, yo hice todo al revés y aquí me tienes despidiéndome sabiendo que no lo vas a leer.
Desnudando el cuerpo para honrar tus recuerdos.
No es la primera vez que tengo que enterrar recuerdos... créeme, me he despedido de otros mejores y muy diferentes.
Y algunos peores y sin honores.
Es una purificación para el corazón.
Una cura para el alma.
Es algo que hago por mí misma.
Me despido de ti y te guardo.
Te mantengo un semisecreto, si algunas personas supieran los detalles que tuve para contigo, se pondrían celosos, crearían incógnitas y hablarían, pero los mantengo muy callados, en ascuas...
Siempre un  mimado sobre protegido por mí... este mundo dijiste no era para ti.
Tómalo como un gesto más de cariño, sólo que este es el último.
Enterrado bajo mi ropa,  has quedado... es un cierre tardío pero un cierre al final.
Sin lujos que nunca te gustaron.
Para citarte: Fue un placer conocerte.
Siempre tan formal.

El frío es lo suficientemente cruel como para salir de esta historia pero simplemente tomaré mi cartera y me iré lejos  de tu presencia sin tus recuerdos y seguiré adelante libre casi de todo...
No me rindo y no me detendrán...
Sólo yo puedo y no lo haré.
                                             
                

                                                  












martes, 14 de mayo de 2024

"En los extremos"

 Después de la cuarentena todos nos planteamos alguna cosa.
Tarde o temprano se nos cayó de la cabeza una idea de algo y nos rebotó en la cara tan duramente que si no lo conseguimos es porque aún no se les cayó.
Pero no teman ya les va a caer.
A las mujeres nos suele pasar más seguido o por lo menos a mi, yo no necesito tragedias de semejantes dimensiones para hacer un alto y replantearme todo.
Cuestiono todo desde pequeña pero acato normas.
Mentalidad de rebelde cuerpo de oveja o algo así debe ser.
Tampoco me obnubilo fácilmente.
No me gusta seguir tendencias de modas como los coaching y así...algo de rebelde queda en mi.
Y para mantenerlo a salvo hago una especie de catarsis...
Quizás sea una eterna disconforme...o solo busqué hacer lo imposible posible.
Porque hay tanto imposible a mis ojos que cualquier ayuda es buena.
Ya sea separando un cartón de la basura o haciendo un tramite.
Pero el mundo es un lugar hostil y cruel y me devora.
Su gente,su falsedad, las nuevas causas banales y su eterno desapego a moral.
Me siento sola.
Lloro mis perdidas.
Estoy de mal humor.
Quiero retroceder el reloj y volver a ser niña y que me arropen en mi cama.
Son días donde el mundo esta de cabeza para mi.
Imagino una genio entrando por mi ventana y dandome tres mágicos deseos y llego a la conclusión que tres no me alcanzan.
Me encierro en mi.
Busco las coincidencias más demenciales y encuentro patrones.
O grito a los cuatros vientos y siempre deseando que haya sudestada para que se me oiga mejor.
Esa limpieza es del corazón que sus grietas late y espera y sabe que todo regresa.
En grande mejorado.
Y que yo no debo cambiar tanto,solo de sitios a veces.
Que por más criminal que sea el mundo yo voy a seguir en él porque lo habito;más no mis pensamientos esos cruzan murallas igual que mis sentimientos.
Soy débil para tanto y tan fuerte para otras cosas que hasta yo me asombro de mis extremos.
Me conozco y desconozco.
Ahora ya me depure,ya si mañana caigo gateo un rato pero me levanto alta y acechante. 
Las lágrimas son agua salada y deben ir  a su caudal el mar.
Y el mar nunca me deja por más lejos que estemos somos uno,por más que el tiempo y nuestros habitas humanos nos separen él vive en mi.
Y será eterno hasta el día que yo muera.
No necesito la nostalgia tan seguido pero ella aparece sola y se adueña de mi mente,la corroe,hace que toda yo gima de dolor y vea "visiones" maltrechas de pasados cercanos y/o distantes no le importa el nudo en la garganta y las manos heladas.
Su meta es clara.
Cubrirme de sombras.
Lo logra hasta que la venzo,veo que el ancla no esta en el suelo sino en la luna y allí la tiro y se aferra con rudeza y me sostiene.
Ya no necesito la opresión en el pecho ni las manos gélidas ahora veo como todo regresa a su cause;se acomoda,se libera y regresa a mi.
Pacifico.
Renovado.
Amable.
Casi sensual...
Y ahí empiezo a darle guerra.
Es mi manera de vivir como siempre al borde pero en equilibrio.

 




 


lunes, 26 de febrero de 2024

"La fiebre"

 La fiebre tal y como suena de eso se trata.
De una noche y un día ardientes como candela.
Del sistema inmunitario defendiéndose dé un virus.
Fiebre ni de oro ni de alcohol, fiebre que se extendiendo por mi cuerpo y me quema, dándome una sensación de frío falsa.
Mientras mi cuerpo ardía.
Mi nuca se sentía en llamas mi frente igual pero mis pies se sentían fríos.
¡Helados!
Me los refregué de la manera más voraz y ansiosa contra las sábanas grises perla poco ayudo, iba en picada hacía el delirio mis ojos se cerraban y abrían y en esos micro instantes veía un hombre en la ducha.
Cerré con fuerza los ojos y trate de ver quien era pero el vapor de aquella visión no me dejaba.
La fiebre no cedía estaba cansada, mi sed aumentaba y como buena modernista liquida trate sin éxito de agarrar el celular que como si tuviera vida propia se alejo de mi.
Intente con más éxito pararme me concentre en ello primero asentar con firmeza los pies luego que los pies helados mantuvieran el peso de mi cuerpo en llamas.
Apenas llegue a la cocina y me lance ferozmente hacia la heladera bebí agua helada y sentí en punzante contraste con el calor, era una sensación deliciosa.
Deje la botella sobre la mesada no iba a ir al baño no iba a llegar ya sentía fallar mis piernas y mi equilibrio era muy débil me apoye en la mesada y moje mi nuca.
El agua no era tan fresca pero ayudaba cuando una ola de frío me toco todo mi cuerpo hasta lo más intimo de mi ser sintió frío.
Un frío desolador.
Lúgubre como de película de terror.
Otra vez tome las pocas fuerzas que me quedaban y tambaleé mi cuerpo hacía la pieza y mi cama.
Un refugio. Cálido para un frío que calaba los huesos y el alma.
Por más que intenté abrigarme una nube gris tapo mi visión.
La fiebre aumentaba.
Todo era inútil nada me calentaba y tras esa neblina veía una sombra bañarse.
La podía sentir su presencia su aroma pero no ver más allá de su espalda era tan vano...y estaba tan consumida, tan débil que me sentía como un niño tratando de empujar un elefante.
Era calor y frío.
Era frío y calor.
En extremo.
Una nada delicada mezcla de dos climas. Que se alojaban en  mi cuerpo.
Y mi sistema trataba de combatir con ello algo quizás peor...
Pero la neblina casi apropiada de mi mente ya es imposible todo; temo caer a este vacío.
Es tan hondo que seguiré cayendo eternamente me temo.
Mis temores se fortalecen cuando más se debilita mi cuerpo.
Las palpitaciones de mi corazón por momentos son excesivas y luego parecen detenerse.
La noche es abyecta para todo menos para sufrir esta fiebre y sentirse inocente.
Inocencia perdida, regalada y vuelta a crear.
Soy inocente y no merezco esta fiebre que me hace temblar y estremecer que me ciega los sentidos y hasta me da placer.
Un placer morboso ya que odio el calor pero trae recuerdos nebulosos a mis muslos.
Por fin puedo dejar de pensar más la sombra se asegura que no olvide su presencia.
Es un pequeño sonido que viene del baño si no tuviera fiebre diría que es la canilla de la bañera pero ahora no puedo. ¡No tengo certeza de nada!.
El ardor ha tomado mi cuerpo y deseo abrazarlo como la última vez.
Ser un victima de una pira imaginaria, morir ardiendo sin más que mi cuerpo y renacer cuál fénix.
Intento sonreír al pensar en eso y la saliva de mi labios se escapa, esta ardiendo.
Pensé que ya había muerto esa parte de mi pero sigue viva junto a mi desdén y mi nostalgia.
Dos metros más arriba de mi tristeza y mi complejo de Sísifo.
Y mis temores a embauques coronarios.
Nunca fui una acreedora dé salud bien por el contrario debo más de lo que tengo y aspiro más de lo que puedo pensar en este micro instante que desaparece como la brisa que me refresco.
Así envuelta en llamas que vienen de mi cuerpo acostaba en mi cama con sabanas grises perla y sin poder saber quien o que es la sombra del baño siento el enorme hueco de mi tristeza dulce y ya nada importa.
Más no quiero dormir y no puedo mis latidos hacen que mi pecho se mueva rápidamente.
Me molesta el cabello y un mosquito a derribado la frontera de la fiebre con la realidad, astuto insecto lo escucho claro rondar mi cara ardiente.
Insecto pasaste la neblina y eres casi lo único real y lo único vivo además dé mi.
¿Y la sombra?.
Ya no no sé que es ni que significa me ahogo en llanto mientras clavo mis uñas en mi cuello donde el mosquito a picado.
Ahora también estoy rasguñada.
Debo dar lástima. Cosa que a las personas como yo no nos gusta ni un poco.
Me he descuidado, yo jamás seré así de nuevo.
Que debilidad, que sed, que calor y que ansias de un beso reconfortante y un cariño sincero antes de dormir.
Mi corazón se calma, baja lentamente sus latidos y mi tórax se calma.
El frío quiere volver más es ¿eso es la sombra? se acerca a mi por la espalda no puedo darme vuelta estoy tan cansada...
Siento que algo se apoya en mi espalda y me abraza es una sensación conocida y agradable...sensual.
Me calma y desespera.
Me dejo ir.
Hasta mañana o hasta cuando pase esta fiebre que quiere trasladarse hasta mi intimidad mental y humana.
Tal vez llegue a un plano espiritual realmente ¿Quién sabe?...