Un día como otros pensó la doctora experta en dermatología Minerva Montero.
Se baño,luego paso por su hermosa piel diversas cremas y se colocó un poco de maquillaje en los parpados y en los labios.
Luego desayuno tostadas con café con leche.
Y salió de su departamento.
Al darse vuelta vio sin querer en la puerta de la casa del vecino un paquete,era extraño... ella casi nunca se cruzaba con aquel hombre y el raras veces estaba en aquel departamento.
-¿Por que le habrán dejado un paquete ahí?-Se preguntaba mientras bajaba los tres pisos hasta el estacionamiento del edificio.
Al fin salió al ajetreado Buenos Aires y dejo de pensar en aquel paquete y su vecino para concentrarse en el transito.
Era realmente pesado ir a esa clínica aunque fuera de renombre y su sueldo fuera más que bueno,el trabajo ahí era frustrante para ella.
Verrugas plantares,verrugas genitales,verrugas en todo el cuerpo.
De vez en cuando alguien con una epidermis demasiado sensible era afectado por el sol y ella lo derivaba a otra doctora de la misma clínica.
Se aburría con ese trabajo.Estaba empezando a odiarlo.
Siempre con el spray de nitrógeno frío en la mano para rociarlo en alguna verruga.
Era monótono.
Hasta que perdió todo el interés y empezó a ser bastante "cruel" con sus pacientes los que a su vez se impacientaban con ella,pero las discusiones eran algo que cambiaba la rutina del trabajo.
Entre discusiones y llantos contenidos de pacientes Minerva se sentía mejor.
Había pasado una semana cuando por casualidad volvió a ver el dichoso paquete en la puerta de la casa del vecino-"¿Que sería?"-Se pregunto mientras abría la puerta de su departamento,la idea de que el paquete estaba ahí hacía más de una semana para ella era inconcebible,tampoco su vecino era común.
Bueno era mucho para ella encima para colmar su paciencia el dueño de la clínica hoy le había llamado la atención por su manera poco convencional de tratar a sus pacientes.
-"¡Que día espantoso"!- Grito al techo y se dejo caer en su sofá preferido,la rabia,la rutina y el paquete del vecino empezaban a afectarle.
Más tarde ese día en vez de cenar bebió cosa poco común en ella pero lo necesitaba aparte como era viernes estaba permitido mañana no tendría que levantarse temprano y de su vida privada podía hacer lo que quisiera.
La bebida empezó a hacerle efecto y pronto de recatada doctora paso a desnudista y a bailar con la música bien estridente ...era bueno olvidarse del mundo así,o si muy bueno.
Sus movimientos no eran muy sensuales pero estaba liberando energías negativas al hacerlos.
Una y otra vez su mente volvía al paquete del vecino,con cada prenda que se sacaba su mente la llevaba a abrir ese paquete.
Al fin solo con una bombacha puesta se decidió.
Abrió la puerta de su departamento y tomo el paquete como una ladrona,mirando a ambos lados se metió en su casa apurada y cerro con llave una vez allí con su tesoro lo abrió.
Del paquete salto un polvo blanco que le rocío toda la cara y casi la asfixia pero entre el alcohol y su curiosidad por ver que más había dentro del paquete apenas se limpió con la mano el resto del polvo.
En el fondo encontró una nota:"MUÉRETE HIJO DE PUTA".
Se rió a carcajadas y siguió bebiendo.
-"Mi vecinito tiene enemigos,Jajajajaja- Linda joda,pelotudos.
Así hasta que se quedo dormida balbuceando palabras sobre su "vecinito".
Al otro día los efectos del alcohol se hacían notar en su estomago pero al ir al baño noto que había sangrado por la nariz y tenía hematomas en varios lugares-"¿Me habré caído ebria?"- Pensó
Pero el lunes ya era terrible su aspecto toda su nariz era de color negro y sentía mareos.
Cuatro semanas después la doctora Minerva Montero murió.
El contenido de el paquete era una poderosa mezcla de ántrax y veneno para ratas.
Pero como la doctora especialista en dermatologia Minerva Montero jamás dijo a nadie que se había robado un paquete solo en su autopsia se demostró la causa de su muerte.
La curiosidad a veces mata ¿o me equivoco?
Escalofriante...
ResponderBorrarEscalofriante...
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