Jazmín es un personaje complejo porque defiende mucho lo que nadie más hace y, al mismo tiempo, sufre por amor, pues es "la roba maridos". Es un personaje que Katrina trabajó en su mente desde el día que le mostraron el guión; la imaginó como una mujer malvada, pero dedicó tiempo a leerlo; Jazmín era más humana. Los libretistas la humanizaron en la tercera temporada, quizás demasiado, basándose en la propia Katrina. Katrina fue la inspiración para Jazmín, no como sus compañeras de reparto, que eran solo actrices.
Katrina se había convertido en Jazmín en la primera temporada; la gente la escupía y la maltrataba en la vida real. El público había comprado la serie y Jazmín era una villana.
Hoy ya no lo es; es un ícono para muchos hombres y mujeres. Y una inspiración, ya que Jazmín está pasando por un divorcio doloroso y, en la vida real, Katrina está pasando por casi lo mismo con el actor. Aunque no llegó a casarse con Felipe, el actor que interpreta a Joaquín vivió con él y ahora lo ve haciendo las maletas para irse, como en la serie, para no volver.
Sufrió mucho, pero no se desprendió de su personaje ni un minuto durante el rodaje. Fue extremadamente profesional.
Varios compañeros de la primera temporada habían renunciado o habían sido despedidos por lo exigente de la serie.
De hecho, Katrina se levantaba a las cinco de la mañana, corría entre quince y treinta minutos, se duchaba, desayunaba y se dirigía al set. Allí revisaba los guiones y practicaba esgrima, ya que Jazmín era una profesional en ese campo.
Para la quinta temporada, del elenco original sólo quedan ella y su inicialmente némesis Lorena y ahora semi amiga y Katrina ahora es una maestra de esgrima que se ha retocado los pechos, el primero para aumentarlos y el segundo para reducirlos porque Jazmín era más humana y ya no era el sex symbol que roba maridos sino una exitosa empresaria.
Y pasan los años y la serie sigue siendo un éxito.
El público incluso le pide a Katrina un trabajo en su empresa constructora, pero ellos quieren estar en la que proyecta la serie.
Katrina ha empezado un negocio inmobiliario. Y no entiende cómo la gente es tan absurda, pero recuerda que al principio la odiaban y lo entiende todo a la perfección.
El resultado es magnífico en el noveno año; la serie continúa con paso firme, aunque con algo de desgaste. Katrina sigue su rutina de ejercicios y tratamientos con cremas faciales y más; su empresa ha crecido y ya da frutos.
Lorena a veces sale a cenar con ella y ensayan diálogos. Lorena se pregunta cuánto durará esta serie y Katrina empieza a ver el desgaste en la tierra de Jazmín y surgen temores.
En el décimo año, le entregan el guion y se entera de que Jazmín estaría en coma durante dos episodios y luego moriría.
Al principio, fue un alivio. La libertad de poder viajar y conocer a un hombre al que amar y ser amado en la vida real.
Pero pasan los días, termina de filmar y se retira con un duro momento, entre lágrimas, despidiéndose del set y de todos los trabajadores.
Llega a su casa cargada con las cosas que tenía en el set y las ordena meticulosamente, luego se tira descuidadamente en la cama y comienza la tormenta mental.
No sabe qué hacer mañana.
¿Para qué mantener la figura?
Por mi salud y por mí.
¿Pero tan exigido?
Podría bajar un poco la intensidad.
¡No descargues nada, Jazmín!
¡Soy Katrina!
¿Estás segura?
Una voz respondió que era su mente y ella lo sabía.
Fue a la cocina, descorchó un vino Malbec y se preparó para beberlo viendo el final de la serie.
Al día siguiente, como se había bebido toda la botella, no se despertó a las cinco, sino dos horas después, e hizo toda su rutina, pero no tenía adónde ir... No tenía guiones que estudiar ni nada.
Va a la oficina y se siente bien estar en ese piso alto con una vista preciosa que le sirve de oficina y que casi nunca usa, ya que indirectamente gestiona la empresa. Ese cielo es hipnótico, tan azul, tan hermoso, que provoca en Katrina un efecto de pequeñez y, al mismo tiempo, de alabanza.
Y recordó una escena donde ella pronunció un monólogo sobre la humanidad, su hipocresía y su ineficiencia. Jazmín era implacable y lo sabía, pero ahora, sin ella, se sentía vacía. Jazmín había sido enfermada para matarla y terminar la serie.
Katrina estaba sana.
Solo tenía que arreglar su nueva vida.
Y no pudo hacer que Jazmín muriera, todo fue en vano, madrugar, esgrimir hasta levantarse de la cama era una tortura.
Jazmín muerta.
Su corazón se partía.
Katrina no tenía por qué vivir, había dedicado su vida a ella.
Ni a su empresa, ni a su familia, ni a sus amigos, ni a su coche, ni a nada... Habría sido mejor morir con ella.
Tanto había trabajado para representar a Jazmín que Jazmín era otra parte de ella, una extensión que la hizo olvidar de todo lo demás.
Se alejo de su familia y amigos.
Ahora se siente inútil y en soledad.
Solo había gente de la serie: guionistas, otros actores, diseñadores de vestuario, etc., pero dentro del set.
Fuera la nada misma.
Vacío profundo.
Muerto el personaje ...muerta en vida la actriz.