Con un pequeño acto y es este:
Al salir de su casa con sus amigos, una vecina educada de unos cuarenta años le guiña un ojo y con gesto coqueto le muestra su seno izquierdo poniendo su dedo índice en su labio inferior y haciéndolo bajar hasta su pecho, en ese momento él Se emocionó brevemente y se lo contó a sus amigos quienes no notaron la insinuación de la dama pero la imagen volvió a su mente.
Cuando regresa de jugar al fútbol con sus amigos, la vecina lo espera en la puerta de su casa y le pregunta:
- ¿Dominico no viste al portero? Y mientras hace esa pregunta aparentemente inocente, Dominico se da cuenta de que es domingo y el portero no estará allí.
Su cuerpo está agitado, su mente vuela, la vecina tiene un amplio escote que deja ver su corpiño de encaje, ya sudaba por el juego, ahora suda por un calor diferente que solo había experimentado en las noches semiocultas de su madre.
El fuego comienza a correr por su sangre.
Su corazón late a la velocidad de un fórmula uno.
La vecina nota su condición y sabiamente le dice:
- ¿Tienes sed? Pareces agitado, Domi, ven a casa y te doy un vaso de agua.-
Dominico asiente con la cabeza.
Paralizado al principio pero emocionado, camina mientras fija su mirada en las perfectas nalgas de la vecina.
Después de un vaso de agua, la vecina, llamémosla "La iniciadora", se sienta a su lado y le pone la mano en el pene sin ningún pudor. Dominico salta encima de ella para hacerle el amor.
Fue sexo rápido por la falta de experiencia de Dominico pero muy bueno.
De ahí en adelante "La iniciadora" que no es santa pero tampoco la señora Robinson, todas las noches le enseña trucos sobre sexo, dónde tocar, dónde besar, qué parte lamer, qué parte acariciar hasta que Dominico aprende todo y pasa a otro nivel
Sabiendo todo o casi todo sobre el sexo, la eyaculación femenina se entrega a juegos eróticos con una amiga de "La iniciadora" mientras sus amigos estudiaban Dominico era sometido a una cama en llamas por la lujuria de otra iniciadora de más de cuarenta años.
Después de "usarlo" como sumiso, le enseñó a someter, a seducir, a liberarse estando atado.
Porque en palabras de esta segunda iniciadora: La libertad de no tener que tomar ninguna decisión y entregarse al placer es infinitamente gozosa y luego cita al Marqués de Sade en un párrafo de "Filosofía en el tocador":
"Abandona todos tus sentidos al placer; deja que él sea el único Dios de tu existencia" Dominico toma una copa de vino y brinda con ella, ella lo mira complacida de ver a un estudiante tan varonil, tan servil y tan aplicado.
A partir de ahí, Dominico continúa su vida entre mujeres parcialmente maduras que lo siguen iniciando y algunas fiestas eróticas.
En el sexo sobresale y es la envidia de los hombres de su edad.
Hasta que se graduó de la escuela secundaria.
Su vida ahora que ha sido recibido comienza a trabajar a tiempo completo y es uno de esos días que conoce a Natalí.
Una preciosa rubia voluptuosa de sonrisa angelical, ojos color avellana, boca carmín y piel aterciopelada.
Esta mujer que apareció de la nada en la vida de Dominico le hace reconsiderar aquella frase que le había dicho el segunda iniciadora.
A pesar de haberse enamorado un par de veces de compañeras de más o menos su misma edad, Natalí es diferente; un impulso lo guía hacia ella.
Como un imán... te atrae.
Una nueva sensación que te hace sentir pleno e incluso cuestionar si existen almas gemelas.
Natalí en cambio, la dueña de la situación, solo lo observa, a ella también le pasan cosas, pero es mujer y lo disimula mejor.
Ya se han encontrado varias veces, Dominico se cree el ganador y Natalí se cree el domadora.
Sabía porque él mismo le había confesado que era un mujeriego pero verlo casi derrotado por sus encantos y la amplitud de su vagina después de estar con él podría haberlo traicionado pero ella simplemente fingió ser tímida y se puso ropa interior rosa.
Dominico siempre es creativo y ella siempre finge ser tímida.
Hasta que juntos terminaron poniendo un poco de lubricante en esa cama y disfraces de rol, luego esas velas que se derriten y se convierten en aceites de masaje y algo de beber.
Dominico está enamorado a pesar de que Natali se fue de vacaciones a la costa este con sus amigos y él sigue pensando en ella.
Natalí, esa dulce criatura que una tarde cruzó la puerta donde servía, ahora los pensamientos de Dominico son invadidos por esa dulce criatura...que lo mantuvo ardiendo durante casi todo el verano a través de fotos que le envía en malla, bronceada, con su cabello ligeramente descolorido por el sol y piel oscurecida.
Natalí disfrutaba de la costa este en primera clase y Dominico trabajaba... monetariamente opuestos.
Dominico siempre fue humilde, siempre ayudaba a su familia y a quienes lo necesitaban si creía que era merecedor de su esfuerzo.
Altos estándares para un hombre de estatura promedio, tal vez unos centímetros más alto con una libido exorbitante.
Cada correo recibido era una noche de masturbación en la cama caliente de Dominico.
Esos pechos turgentes, esos muslos duros y los recuerdos que habían creado en tan poco tiempo.
De repente llamó un amigo y Dominico salió pero evitó a las mujeres y sus amigos se rieron.
Lo apodaron manso entre risas y a él no le importó.
Cuando Natali finalmente regresó, su relación creció; de hecho, fue amor.
No tenían ni veinticinco años cuando se casaron en una preciosa ceremonia en la Catedral.
Ambos sin confesar. por un error de alguien que ni siquiera se molestó en avisar al párroco.
El matrimonio comenzó con un corto viaje de luna de miel, Natali debía aprobar materias y Dominico comenzaba a vislumbrar otro futuro también estudiando.
Dominico pronto se dio cuenta de muchas cosas que no había visto antes en Natali, la mayoría buenas pero también malas, el amor lo puede todo y termina cocinándose para ambos al principio sin quejarse.
Dominico inició su carrera como ortopedista y Natali se graduó como psicóloga.
La vida hogareña iba bien.
Los apetitos sexuales de Dominico aún existen pero en cierta medida fueron satisfechos por Natali y estaba tan cansado que no tuvo mucho tiempo para serle infiel...
Así transcurrieron los primeros años con esfuerzo, amigos, familia y algún que otro viaje.
Fueron aceptados por ambas partes.
Se aman.
Pero los años y la convivencia siempre traen problemas... y los problemas llevan a la infidelidad. Mujeres de todo tipo, raza, credo cayeron en los brazos de Dominico y su arsenal de seducción.
Su maletín esconde su secreto semi culpable.
Una mochila llena de vibradores, geles lubricantes, esposas, cuerdas, un arnés de colchón, un par de plumas, una mordaza, velas y otros equipos de placer.
Estaba casi sin uso. Natali no se prestó a todo, pero otros sí y aparecerían más.
Natali estaba tan ocupada y siempre con dolor de cabeza que el pene de Dominico busca nuevos horizontes y los tabúes del bdsm y demás eran menos para las mujeres.
Y aprovecha para sacar tu mochila y llevarla a albergues transitorios con mujeres transitorias.
Nadie es un santo en esta época.
Pero no todo es color de rosa, Natali a veces se entera por rumores o simples sospechas y Dominico termina durmiendo con ellas en hoteles o en su consultorio.
Una noche mientras contemplaba el cuerpo desnudo de una prima bailarina con la que había pasado una noche llena de lujuria, tomó una copa de champagne y bebió el contenido de un sorbo y sin darse cuenta vio su celular: tenía dos llamadas perdidas. . . . de Natalia
Y su mente voló hacia ella, sus labios contra su pene, su clítoris húmedo, sus ojos perdidos en el éxtasis… y su voluptuoso cuerpo.
Sus pechos, sus piernas, su inaccesibilidad, su cabello rubio, su sonrisa, sus argumentos, su sonrisa ahora fría y difícil de encontrar… tantas cosas habían cambiado.
Pero Dominico también ahora tenía más pectorales y espalda más ancha gracias a su preparación física y una mejor posición económica ahora que era el proveedor de la casa y eso lo llenaba de orgullo.
Se sentía tan bien consigo mismo que encendió un cigarrillo.
A su lado, la prima bailarina dormía desnuda y sexualmente satisfecha con su alto ego gracias a las palabras que Dominico le había dicho (en realidad el encuentro había sido muy bueno pero según su experiencia Dominico lo calificaría con un seis en una escala del uno a diez Dominico no llevaba un registro físico sino mental de sus amantes) mantenía una conversación divertida y seductora, sus ojos negros eran un abismo y si a eso le sumamos sus brazos marcados y su hermoso y gran pecho expuesto.
Era un seductor.
Sensual.
suficiente
Demandante
y dispuesto
...pero su mente volvió a Natali y no entendía, bocanada tras bocanada de humo recordó a Natali hasta que se dio cuenta que la mujer que estaba a su lado no era ella.
Y sólo con Natali con todos sus defectos que aumentarán con el tiempo (paciencia del lector) Dominico la amaba.
Ella es su otra mitad.
En un mundo lleno de personas que buscan el amor en un alma gemela, Dominico cree haberlo encontrado en Natali.
Al día siguiente regresa a casa y se sienta con Natali.
Natali lo regaña, él argumenta que si ella fuera más abierta mentalmente no pasarían estas cosas pero ella se niega a cambiar pero esos ojos almendrados parecen los de una devoradora de hombres y salta sobre su cuello en medio de una crisis nerviosa para calmarse. baja y termina llevándolo al dormitorio con tal sutileza que ni él se dio cuenta de lo que Natali quería hasta que le desabrochó el pantalón y le bajo el cierre y con cuidado se metió el pene en la boca y empezó a lamerlo como un helado, lamidas que van creciendo. hasta terminar con el miembro dentro de su boca erecto Dominico complacido y emocionado de verla de rodillas ante él cree en vano que por fin su esposa le va a dar todo y más y si su ego era grande este acto aumentó en dos o tres tallas
Así de feliz estaba consigo mismo.
Luego hacen el amor con dulzura y cariño y se divierten desnudos en la cama.
Natali se ríe y le dice que su pene sabe a chocolate, Dominico sonríe atrevidamente y va a la cocina pero no encuentra chocolate, por lo que lo reemplaza con crema la cual unta en el cuerpo de Natali y mientras se dedica a deleitar su lengua con él. y Natali, después de otro orgasmo, otro abrazo, Dominico le dice:
- Sí, soy como el chocolate, aunque no soy tan negro jajaja, tú eres como la crema.-
- Me refería al helado de chocolate - Responde Natali.
Era un hecho que a Dominico le gustaba más el sexo que el helado.
Ambos ríen y la reconciliación es un hecho.
El tiempo siguiente fue entre amigos y familiares y algunas discusiones al principio sin importancia, pero Natali sube cada vez más el tono y Dominico no se deja vencer, tarde o temprano alguien cede o lo hacen de mutuo acuerdo y se restablece la calma. ..
Con la diferencia de que amigos y algunos familiares tomaron partido.
Algunos de su lado, otros del otro lado de ella.
Ambos hicieron lo mejor que pudieron para luchar y llevarse bien, sin embargo, Natali se salió con la suya y Dominico se sintió herido en su orgullo o algo peor y pasó más tiempo…
Pese a todo, Dominico aprendió a poner límites a sus amantes;les dio instrucciones antes de cualquier contacto físico:
1º: No voy a dejar a mi mujer.
2º: No uses perfume.
3º: Por favor no me escribas lo bien que lo pasamos y todo irá bien entre nosotros.
4º: No te enamores de mí, te repito que estoy casado.
Algunas, de hecho la mayoría, las aceptan con calma y obediencia.
Al verlas así, Dominico las llama: sus chongas.
En esta era digital donde un simple buscador nos muestra el documento de una persona, donde las mujeres vuelven a caminar semidesnudas y sin afeitar con la bandera de un feminismo de cuarta.
¿Por qué este señor del placer no puede tratarlas como chongas?
Esos son: el equivalente femenino del chongo, algo para una noche o varias con interés sexual.
Cada día Natali desprecia más todo lo que la rodea y por momentos su enojo se concentra en su foco principal: Dominico.
Ésta ya es una relación tumultuosa que roza el amor o rozaba el mismo y que ahora es puro desprecio, aburrimiento y peleas.
Peleas que Natali sabe empezar con las infidelidades de Dominico o sus propios caprichos infantiles.
Natali es la mujer que todos quieren, titulada, exitosa, hermosa para algunos y sobre todo el amor de Dominico y en este último punto es donde todas fallan.
Todas quieren tener a Dominico en exclusiva para toda la vida.
Mientras Natali intenta alejarlo pero no retrocede, no pide el divorcio, simplemente se ofende y llora.
Llorar y quejarse. Tiene un repertorio muy amplio para hacer enojar a Dominico y no todo es culpa suya.
Las infidelidades le interesan poco.
Un día cansado, después de una discusión mañanera con Natali, salió a encontrarse con una amiga: Tiffany lo animó a calmarse y, como buena seguidora de Dominico, le dijo que quería presentarle a una amiga que nunca había tenido un orgasmo y como él sabía mucho sobre cómo llevar a las mujeres al clímax... pero Dominico se negó.
- Pero si eres un puto profesor, ¿por qué te negas? - preguntó Tiffany.
- Porque no es mi tipo y maestro, ¿de dónde sacaste eso?.-
-Tu apodo es SENSEI.-
Dominico solo empezó a reír y su ego creció a tal tamaño que era bueno que lo trataran como a un maestro y no tenía más de cuarenta años y ya había recibido más placer que muchos y hasta otro título.
La conversación luego giró hacia Natali. Tiffany propuso como opción un matrimonio abierto y Dominico lo pensó menos de cinco segundos para saber cuál sería la respuesta de Natali.
Un rotundo NO.
Definitivamente incluso se la imaginó gritando que no era cualquiera, tomó aire y desvió la conversación.
Podría ser un Sensei, pero si al alumno había que enseñarle todo desde cero, es muy probable que el alumno acabe enamorándose del profesor y eso no le iba a funcionar a Dominico.
De repente recordó que una mujer a la que mentalmente había calificado como un ocho le había dicho que era un maestro en el arte de la seducción sexual.
Sonrió para sí mismo y sus heridas mañaneras terminaron cerrándose gracias a su ego.
No era ni más ni menos narcisista que cualquier otra persona, pero en estas circunstancias...
Recordó sus inicios y se preguntó qué sería de aquellas mujeres, pero las recordaba con cariño y gratitud e incluso con un toque de ternura.
Nunca había sido acosado ni violado, no se sentía así.
Las peleas se intensifican con Natali el domingo Boca juega contra River y Dominico quiere animar a su amor desde el sofá de casa con una cerveza fría pero Natali quiere escuchar a Arjona.
Y comienza otro pleito
- Estás borracho, son las seis de la tarde y ya estás desplomado en el sofá con una cerveza.
Natali dispara
Dominico suspira de una manera que casi acaba con el aire en la habitación y le responde:
-Es solo un vaso y va a jugar a Boca, baja la música y sigue con tu vida.-
Natali se enoja y sube el volumen.
Dominico toma los auriculares, los conecta al televisor y hace un gesto ganador y mira tranquilamente el partido, grita los goles, bebe su cerveza, luego cena en perfecto silencio y se acuesta.
El otro día, Natali quiere empezar una pelea, pero Dominico solo toma un café, toma su maletín de trabajo y va a buscar el auto despidiéndose con un simple: hasta luego.
Los nervios de Dominico están a flor de piel y no quiere desperdiciar energías.
Más tarde, va a almorzar a un restaurante y ve una cara triste: una mujer con maquillaje corrido... no recuerda quién es hasta que su memoria se aclara después de terminar de almorzar.
Ella es una vecina propietaria de un gimnasio en la zona también lleva varios años enseñando pole dance y aeróbic, lo que hoy sería una mujer fitness.
Dominico se acerca y la saluda cordialmente y ella lo invita a sentarse a su mesa y conversan.
Resumen: el marido quiere el divorcio, un hombre gordo medio calvo que realmente no lo merece de ninguna manera desde el punto de vista de Dominico (y el mío) le dice que tiene cuarenta y dos años. Una mujer de excelente , cuyo cuerpo es hermoso y lo es.
La mujer fitness, llamémosla así, le agradece y se corrige el maquillaje con un poco de vergüenza y un poco de coquetería mezclados.
La mujer fitness inicia un coqueteo, Dominico piensa y sigue el juego y se encuentran a las siete de la tarde.
Armado con su mochila y una botella de champagne, va a recogerla al lugar acordado, siguen charlando, él, un poco cansado, le dice en voz alta que Natali está en casa y la mujer fitness le dice que le pida un divorcio. Él responde que no, es una opción.
Luego llegan al hotel.
Al entrar, lo primero que hace la mujer fitness es apagar la luz y Dominico le dice:
- No mi reina, quiero verte a través de todos los espejos, quiero ver ese cuerpo esculpido.-
-Mi marido lo odia.- Responde ella.
- Tu ex y yo no soy él. Empieza a hablar bien, es tu ex el que quiere el divorcio y ya habló con su abogado, es tu ex y yo soy tu presente. saca un cubito de hielo del cubo y se lo mete en la boca y con un sutil trazo de la espalda de la mujer fitness, luego se da vuelta, la mira a los ojos y nota que la vergüenza va desapareciendo, la besa, la masajea y logra tener sexo con ella escala: ocho cincuenta
Después de varias "rondas" sexuales Dominico la deja en la puerta de su casa y retoma el camino, llega un texto:
-Gracias amor-
Era de ella.
Por supuesto que había olvidado que por eso se había bañado en el hotel por su perfume. Quiere morir de arrepentimiento, pero lo soluciona.
Él le envía un audio contándole las reglas, lo cual ella acepta gentilmente y cree que tiene toda la razón, el esposo ya anunció que quiere el divorcio, pero ¿y el abogado? Bueno, sería sexo de venganza.
Ni el marido ni ella eran santos.
Recordó cómo él la hacía gemir, cómo le hacía sentir los múltiples orgasmos que disfrutaba... Dominico era tan especial, tan apasionado, tan comprensivo y se quedó dormida pensando en él.
Dominico se quedó dormido pensando en no pelear más con Natali.
Pasaron meses de encuentros semiocultos con la mujer fitness hasta que ésta empezó a desviarse del camino acordado, sutilmente al principio y luego ya divorciada con un nivel de acosador casi principiante pero acosador al final.
Dominico le respondía esporádicamente casi con indiferencia y le repetía que las reglas estaban puestas desde el principio y ella las había aceptado.
La mujer fitness respondió, casi entre lágrimas, que el amor no era elegido, que él la había despertado, que podía ser su eterna sumisa (un autor del Reino Unido había publicado un libro que se convertiría en una película "50 sombras de Grey y está de moda ser sumiso incluso entre las feministas más duras) por favor, Dominico, mantenme atada a la cama, desnúdame, báñame en champagne por el resto de mi vida. Hagamos un trío como quieras.
Encadename a ti o a una pared y hazme el amor, masajea mi vulva con tus dedos y luego penetrame.
Deja las luces encendidas para ver en tus ojos que me amas, porque me amas.
Hasta que la cito y hablaron y ni Dominico sabe cómo la convenció para que lo dejara en paz..
Él solo le dijo que no, que ya lo había roto todo y que nunca la amó.
Sí, sentía cariño y amor, sí, le gustaba el sexo, pero no quería una eterna sumisa y si la deseaba ella no sería una opción.
Al final de ese día, habiendo terminado con otra chonga que se había vuelto tóxica, se sintió cansado e incomprendido.
¿Por qué las mujeres insisten en cambiar las reglas?
¿Por qué tergiversan todo?
¿Por qué se lo ponen todo tan difícil si para ellos el sexo es un placer físico que lleva al amor?
¿No pueden simplemente reaccionar ante su pene y dejarlo así?
No importaba que fuera Sensei, esto no le gustaba.
Este mundo está más loco que nunca, dijo en voz alta y entró a su casa donde Bebe cantaba. Malo estaba tan harto que sin pensar dijo:
-¿Te golpeé?-
-No, hasta ahora…no.-
- Ahora y nunca, Natali, no me eches en cara cosas que son producto de tu imaginación, para ser psicóloga tendrías que estar más concentrada.-
-Estoy concentrada pero tú eres malo.-
-Ay por favor pone otra cosa Bad Romance de Lady Gaga, ¿ok?.-
- Perfecto - respondió Natali con creciente resentimiento.
El trabajo de Dominico siempre fue entretenido y le gustaba hablar con los pacientes, algunos se habían vuelto más que pacientes y luego algunos simplemente desaparecieron y a otros había que darles la charla final.
Pero como siempre hay un pero en una historia... un día una mujer de unos veintinueve años, en realidad tenía treinta y cinco pero el botox hace maravillas, pelirroja, con un hermoso cuerpo, vino a pedir un prescripción. para su madre
Dominico, la miro de arriba abajo con lujuria en los ojos y busco el expediente, si la madre de esta pelirroja era su paciente, entonces ella me dio la receta, hizo un par de bromas y esta mujer tenía una sonrisa tan hermosa que No pude evitar preguntarle su nombre.
-Elena, sin H-
Las Helenas que se han escrito así pierden un poco de poder, de magia al no tener la H, pensemos en Helena de Troya, Helena de Constantinopla, etc…sin ofender.
-Ah ok, soy Dominico, ¿puedo acompañarte hasta la puerta?-
- Sí, por favor, pero dame tu teléfono, mi mamá lo perdió y por eso me lo envió.-
Dominico pasa y allí comienza el juego de seducción hasta que consigue una cita y le explica sus reglas a lo que ella acepta.
Al entrar al hotel, Elena automáticamente se desnudó y Dominico pensó – Es mejor actuar simple y llanamente – e hizo lo mismo y se acostó en la cama. Elena tomó su pie y le dijo que era hermoso y no sólo lo besó, sino que él lo lamió con desesperado deleite, recorrió toda la planta de sus pies y subió por sus piernas hasta sus genitales, que también lamió para terminar. en su boca y comienza a montarlo como un pony.
Dominico no estaba acostumbrado a ser tan pasivo así que en el intervalo la masajeó y luego la amordazó, le vendó los ojos y la miró.
Con toda dulzura dijo:
-Ahora te voy a comer Elena.-
Y si la comió, lo devoro como buen cazador que es.
Formateando su cuerpo como una computadora a su voluntad, la tensión en su vagina le dio un placer ilimitado al sentirla contra su pene.
Elena era una presa fácil e interesante, ocho cincuenta más en su lista, tal vez una nueve...
El Diez nunca lo había conocido excepto con Natali.
Aún atada y amordazada, Dominico la bañó en champagne que bebió sorbo a sorbo.
Ahora era su cáliz.
Luego se despidieron y cada uno se fue a su casa.
Dominico sabía que allí no encontraría ningún placer más que la televisión, por lo que decidió invitar a sus amigos a un asado al día siguiente.
Mientras hacía llamadas y enviaba la ubicación, compró carne y carbón y esperó a ver a sus amigos.
Natali respondió diciendo que estaba cansada de que la gente siempre tuviera una casa convocante.
- ¿Convocante? ¿Qué diablos es eso? Un nuevo término psicológico Nat?-
- Hace años no me llamaste Nat y lo dejaste como si nada luego de invitar a todos tus amigos sin avisar.-
- Ambos son nuestros amigos, pero no me quejo de estar solo, hago algo para dejar de estar solo.-
- ¡Siempre estoy aquí sola, quiero estar contigo pero sola! Esta también es mi casa.-
-Y cuando estamos solos peleamos… pénsalo, es mejor analizarlo-
Natali se fue a dormir para recibir a sus amigas al día siguiente.
El asado estuvo muy bueno, los amigos trajeron helado, vino, fiambres y su alegría y Dominico, siempre buen anfitrión, no solo la pasó muy bien, sino que al final pensó que había encontrado el equilibrio ya que Natali colaboró en la preparación. del asado y se divirtió.
Pero cuando todos se fueron y hubo que lavar los platos y demás, la alegría de Natali se evaporó y quedó la conocida cara de desdén y aburrimiento.
Una máscara que usó con Dominico.
Igual que la víctima.
Poniendo los ojos en blanco, fue a lavar los platos y responder lo que tenía que hacer.
Nada de la chonga.
A él le gusta eso.
Entre otras cosas, el lunes tendría que ir a una reunión de ex graduados, buena idea, estarían Tiffany y los demás que no habían ido hoy porque se habían puesto de su lado y no querían discutir con Natali o Tendrían que fingir.
Cuando se dio cuenta de que Natali caminaba detrás de él como buscando algo en su celular, simplemente la agarró por la cintura y la besó.
Natali, completamente desprevenida, respondió al beso para cortarlo y alejarse, dejando el balanceo de sus caderas flotando en el aire... cuando llegó a la habitación, la vio profundamente dormida con el rostro medio cubierto por su cabello.
Sus ojos se posaron en ella con todo su ser, parecía tan tranquila, tan dulce, tan amable y él era un demonio.
Siempre buscando pelea.
Las mujeres son el gran misterio... pero son tan hermosas - piensa Dominico - Las amo, pero a la que duerme a mi lado amo más que a mi vida y con ese pensamiento se queda dormido.
A la mañana siguiente, cuando Dominico se despertó solo en la cama, aún persistía el perfume de Natali,que estaba desayunando.
-Buenos días Dominico-
-Buenos días Natali-
- Necesitamos hablar, quiero que vayas al psicólogo porque no puedo ayudarte, no puedes estar así de un lado a otro siempre ocupado con el gimnasio, el consultorio médico, amigos, familiares y saliendo. yo sola, sin amiga, alejada de mis padres de todo.-
- ¿Cómo? ¿Te estoy alejando de tus amigos y familiares? ¿Desde cuándo? ¡Eres una puta! No sales porque no quieres, ya casi no vas a tu consultorio porque los atiendes vía Zoom, no vas al gimnasio porque no quieres. ¡No te prohibí nada! ¡Nunca!-
Y todo rastro de ese pensamiento inicial se desvanece y queda oscurecido por esta discusión.
Dominico acepta a regañadientes ir a terapia pero en pareja.
Natali se enoja y le dice que quiere que se vaya y no regrese.
-¿Qué nos pasa?-
- Eso está muerto, lo que pasó nos destruyó como pareja.-
-Tú también, más que yo-Grita Dominico y sale de la casa con una maleta esta vez más grande y se instala temporalmente en el consultorio del médico.
Atiende paciente tras paciente, luego cancela la reunión y les dice a sus íntimos que se reúnan otra tarde. En un acto de ira, le envía un mensaje de WhatsApp a Elena y la invita a cenar.
La cena transcurre tranquilamente con un breve roce de piernas debajo de la mesa y luego en el hotel dan rienda suelta a su lujuria.
Ella sale del baño vestida únicamente con ropa interior negra y un liguero. Él tras preparar el arnés y pedir champagne se tumba desnudo en la cama.
Se lanzan unos sobre otros con apetito voraz.
La intensidad de su lujuria es fuerte, dominándola hasta que la dulce corteza la saborea hasta devorarla.
Ese olor a mujer excitada, ese rojo fuego mezclado con el blanco de su piel contra su piel un poco más oscura es una locura de placer, es tan esquiva, todo su cuerpo serpentea, se arquea, ni la bailarina era tan flexible.
Él acerca un consolador a su vagina, lo inserta, acerca la punta de su lengua a su clítoris, procede a crear círculos con su lengua por todo el lugar húmedo y presiona delicadamente el pequeño consolador dentro de ella.
Dominico la escucha gemir, la ve retorcerse y arquearse en éxtasis hasta que grita.
-¡Ahora mételo!.-
Pero fiel a su ritmo, la abrazó así durante otros cinco o siete minutos y luego la penetró.
Consumieron el acto sexual varias veces, ambos durmieron encima de sus jugos sin importarles nada.
Dominico se reúne con Tiffany, Brandon, Leila y Horacio la única noticia nueva es su separación pero Leila le advierte que cuide a Elena algo que a ella no le gusta nada de ella,
-Todas las pelirrojas están locas.-
Y la risa estalla como un globo pinchado y la conversación es amena y divertida Brandon le dice que no desperdicie años de matrimonio con nadie, y Dominico le dice que él no los desperdicia, era Natali.quien lo hacía.
Brandon le dice que lo piense y luego decida que es una decisión conjunta.
Tiffany bromea diciendo que las mujeres van a terminar en esta era con Dominico suelto y una vez más la risa es fuerte.
Horacio no quiere quedarse atrás y teatralmente le ruega que no se meta con su hermana menor.
- Oh gran hombre de placer, dador y receptor. Oh gran sensei de las relaciones sexuales, como simple mortal te ruego que no pongas tus ojos en mi hermana que acaba de cumplir veintiún años. No la conviertas en otra pecadora. -
Jajjajajjaajjajaj.
La velada es cordial pero Dominico todavía siente dolor y un poco de pérdida.
Saben que los hombres lo han invitado en secreto a quedarse en sus casas pero él no acepta.
Las mujeres le aconsejaron desde un punto de vista feminista pero no consiguieron nada.
Dos semanas después Dominico inicia terapia por su cuenta luego de recibir un mensaje de Natali.
Sigue viendo a Elena, solo que ahora le muestra más hasta que una vez fueron al cine y él le contó algo sobre su ruptura.
Natali está rota en llanto pero su orgullo vale más que disculparse e iniciar terapia juntos, la inició sola y solo habla de lo sola que se siente al estar encerrada todo el día.
Elena presume a Dominico ante sus amigos.
Y el mundo sigue su curso.
Los encuentros sexuales son cada vez más calientes, ya han usado casi toda la mochila y han comprado cosas nuevas para nuevas experiencias.
Una noche Elena lo invita a su casa, el piso del dormitorio tiene un camino cubierto de pétalos de rosas. Dominico recorre el camino descalzo con una copa de vino en la mano hasta llegar a la cama con un corazón también hecho de pétalos de rosa y listo. pero se sumerge en la cama y aparece Elena con una venda y varias frutas, con los ojos tapados le da a probar de todo, desde fresas hasta higos para luego darle un sexo oral feroz y hambriento y ambos terminan en sexo casi un nueve en la escala de la mente de Dominico..
Y así van pasando los días...
Amigos, pacientes, familiares, terapia hasta que llega un mensaje de Natali.
Y el mundo se derrumba ya sea por la ira o por el dolor.
Fue un gran fracaso para Dominico lo que pasó con Natali.
Pero ya lo ha comentado con su especialista y sabes que no fue sólo tu culpa.
Que ella tampoco era una santa.
Que nadie lo es.
Y pasa otro mes hasta que Natali cede y pide hablar, Dominico acepta lo que no sabe qué decir cuando suena el timbre y es ella.
Natali hacía años que no ponía un pie en su consultorio.
Tímidamente se sentó en la silla que le ofreció Dominico y dijo:
- Te extraño mucho, comencé terapia sola y me doy cuenta que fue mi culpa y si estás de acuerdo, si todavía queda algo de lo que pasamos, podríamos…-
Y la pregunta sigue en el aire.
¿Había una posible solución para sanar ese matrimonio?
¿Había una cura para esos corazones rotos?
Dominico le dijo que justo hoy estaba pensando en ir a buscar sus cosas ya que había visto un departamento de dos habitaciones, pero que le daría una oportunidad si cambiaba sus hábitos.
-Pero también tienes que cambiar a Domi…sabes que hay un rumor circulando sobre vos.-
-¿Qué rumor?.-
-Uno de los de siempre, una mujer.-
- Sí, soy un gran seductor, claro jajaja. Natali dame cinco días hablo con mi terapeuta, cancelo el depósito del departamento, arreglo todo, limpiaré mi "expediente" y destruiré ese rumor de que eres solo eso, y volvemos, pero empecemos la terapia juntos. Mañana tengo sesión y te aviso.-
-¿Dependes ahora de un psicólogo? Veo tu mejora.-
-No seas mala y no juegues al sarcasmo, por favor, o se acaba todo.-
- Sí, era para recordarte que antes no creías y ahora tenes que consultar.-
-Nunca he sido extremista y lo sabes, Natali, no distorsiones las cosas.-
-No peleemos sin habernos reconciliado.-
-Y si seguimos así, necesitaremos al menos un mediador que cuente los pros y los contras, que son un equilibrio muy pesado para los dos.-
- Quiero que estés listo.-
Natali dijo y se fue
Dominico encendió un cigarrillo y respiró hondo, intentando bajar a esa realidad, pero todo era tan confuso que se sentía confundido y mareado.
En la puerta Natali pasó sola sin un cigarrillo por lo mismo.
Cuando Natali se recuperó, Dominico llamó a su psicólogo y le informó, luego le hizo un stop debit y varias cosas de home banking respecto al departamento que tendría que ir al día siguiente a cancelar. Atendió a pacientes y se reclinó en el sofá cuando llegó el mensaje de Elena.
Lo espió desde arriba y lo dejó... entonces pensó que tenían que despedirse.
Y él respondió que podría verla mañana.
Elena lo invitó a pasar la noche en su casa pero él se negó.
Luego le dijo que sería mejor por la tarde porque ella también tenía que trabajar.
Dominico le contó todo que iba a regresar con Natali (su psicóloga lo había medio aprobado pero le había dado el número de un terapeuta de pareja con experiencia) Elena reaccionó hormonalmente como casi todos los que lo amaban que él no la dejaría pero ella lo haría darlo todo.
El viejo y gastado cuento.
Al final pareció convencerse y lo dejó ir.
No había caminado ni una cuadra cuando recibió un mensaje de ella.
-Ya te extraño.-
Dominico levantó la vista y siguió su camino.
Este fue el comienzo de la tortura.
Al llegar recibió otro mensaje y otro más.
-¿Qué voy a hacer sin ti?-
-No sé cómo mantener esta distancia entre nosotros.-
Y así empezó.
Como una vieja Helena persiguiendo a Demetrio en "Una noche de Verano" está Elena armada con un iPhone en plena era digital y sin magia persigue a Dominico.
Ella le reprocha haberla seducido si él no la amaba, se rebaja a un nivel insoportable para que cualquier mujer pueda captar un poco de su atención, pero como Helena en el cuento de la bardo inmortal, solo recibe reproches. y desprecio de su amado.
Desafortunadamente para Elena, no hay ningún Oberón aquí que sienta lástima por ella y envía a Robin a verter una poción en los ojos de Dominico para que la ame.
Dominico ya se mudó de regreso a la casa con Natali y Elena lo llama, lo videollamada y le envía mensajes en cualquier momento.
- Por favor respóndeme si tienes algo del amor que me tenías, respóndeme en honor a ese amor, te esperaré, no pararé hasta que lo hagas, necesito verte, no sé que hacer conmigo misma y este dolor de no tenerte. Ya no quiero sentir esta angustia. ¡No voy a renunciar a ti!-
Harto, Dominico levanta el celular que aún vibra y contesta:
- Basta ya de este acoso. No quiero nada contigo y me sigue acosando con miles de llamadas y mensajes. es suficiente-
- No te estoy acosando, sólo quiero que volvamos a ser como éramos y no a lo que somos. Si te hace sentir bien dímelo.-
- Simplemente no me escribas más. Desaparece de mi vida. Átate las manos antes de volver a escribirme. No quiero estar contigo, ya terminé.-
- Cómo disfrutas apuñalándome por la espalda mientras yo no hago más que amarte. Te esperaré por siempre.-
-Perderás tu tiempo.-
- Quiero envejecer a tu lado, te pregunto qué es lo que más deseas en este mundo, dame una oportunidad más y seré la mujer más feliz del mundo.-
- Cero posibilidades estoy fuera de tu juego.-
-Me voy a suicidar-
Este mensaje no llegó porque Dominico lo bloqueó... así logró tener unas semanas de paz, la mamá de Elena nunca volvió a aparecer y él disfrutaba haciendo planes con Natali, quien se arrepentía cada vez que levantaba el celular.
Un sábado por la tarde una llamada de un número desconocido le obligó a contestar: era Elena.
Estaba llamando desde el celular de una amiga, ella estaba perdida en lágrimas y las ganas de contenerla estaban a punto de surgir, pero cuando le pregunté si lloraba por él, respondió:
- No, solo por ti, por mi padre que murió, estoy en su velorio, han pasado unas semanas trágicas y no estabas a mi lado, ¡las pasé sola por tu culpa!-
- Por favor Elena, contrólate y sigue velando a tu padre, llora por él pero no por mí.-
Y corta la llamada.
La semana siguiente recibe mensajes de otro número.
- Te extraño, pero no me voy a suicidar.
Te voy a denunciar por abuso.-
-¿Quién eres?.-
- La que te va a denunciar por violación, yo tengo tu semen una vez que estuviste en mi casa y acabaste en mi espalda y yo me limpie con una toalla y la toalla luego la metí en el congelador en una bolsa hermética o volves conmigo y tendremos este niño juntos.-
- Elena, ¿te volviste loca al final? Eso no puede ser y te advierto que nada de lo que digas funciona así.-
- Volvamos, por favor Dominico.-
-No me interesa volver contigo ni nada de lo que me ofrezcas.-
-¿Cómo sabes que no te interesa si no lo has probado?.-
-Terminé con vos.-
- Sé que te importo más que Natali.-
-No metas a mi mujer en esto.-
-Tu mujer, yo también fui tuya y nunca te pedí un título. Dios mío, me voy a suicidar.-
- No te amo, no siento nada por ti, ¿por qué quieres estar con alguien así? ¿Por qué te mentiría, para vivir un infierno que tú misma creaste?-
-Si estoy a tu lado será el paraíso.-
Y con esto bloquea el nuevo número y enciende un cigarrillo.
El cansancio es más fuerte ya que ha sido un día lleno de cosas y pacientes y para colmo Elena.
Ya en su auto camino a casa, Brandon lo llama.
Se había cruzado con Elena y le había rogado de rodillas que hablara por ella, pero él se negó y le advirtió que no lo dejaría entrar porque estaba loca y la alejó.
Llamó a la seguridad del edificio y alertó a los guardias que sí, que esto se estaba yendo de las manos.
En casa te espera Natali con un pollo y papas al horno. No ha cambiado mucho pero lo está intentando.
Mientras él intenta no caer con alguna chonga.
Cenaron en paz y luego Dominico fue a bañarse y mientras se bañaba su celular recibió una foto de un número desconocido.
Era Elena arrodillada y diciendo.
-A tus pies siempre.-
Natali lo vio desde su computadora y sonrió.
Y llegó otro mensaje del mismo número desconocido:
- ¿Qué tiene tu esposa que yo no tenga?-
Natali bloqueó el número, se desnudó y corrió al baño. Dominico casi se fue pero al verla pero con esos ojos almendrados buscando su venoso miembro masculino cuando lo tuvo en su poder lo acarició lentamente al principio luego más fuerte; ella sabía lo que le gustaba.
Sólo ella, los demás podían arrodillarse diciendo que él era Dios si querían orarle podían, pero siendo "la mujer" les quedaba un largo camino por recorrer.
Nadie es santo, yo tampoco, pero esos son menos de lo que pensaba - pensó Natali - mientras Dominico la besaba... y mientras tenga libre albedrío... y mi computadora...